¿Cuidas tu corazón como se merece? 

cuidar corazon

Es cierto que las necesidades de oxígeno del corazón pueden variar en función de la actividad que realicemos o el estrés al que estemos expuestos.  Aunque el trabajo de oficina en principio no conlleve mucho esfuerzo físico, es importante conocer cuáles son los factores que pueden perjudicarlo a largo plazo. Siempre estamos a tiempo de modificar algunos de nuestros hábitos para mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud. 

Estrés, sedentarismo y mala alimentación  

¿Sabías que las personas que sufren estrés en el trabajo tienen un riesgo un 48% mayor de padecer fibrilación auricular frente a las que no lo padecen? Evitar retrasar tareas que nos preocupan, aprender a decir que no y priorizar son tres consejos para deshacernos del estrés, o al menos reducir su impacto en tu salud. 

Por su parte, el ejercicio físico es casi indispensable a la hora de prevenir numerosas enfermedades, especialmente las cardiovasculares. En la medida de lo posible, lo recomendable sería hacer un descanso en el que poder estirar las piernas cada 45 minutos o, como mínimo, cada dos horas. Utilizar el transporte público también es una buena opción ya que te permite bajarte antes de tu parada y hacer parte del trayecto caminando. 

Aunque comer fuera de casa no implica llevar una mala alimentación, el ritmo vertiginoso de la vida diaria suele traer como consecuencia la pérdida de algunos hábitos saludables como beber agua a menudo o controlar la ingesta de sal. A la hora de comer procura evitar comidas copiosas y elegir aquellas en las que figuren verduras, frutas, pescado y legumbres. 

Consejos de expertos 

La Fundación Española del Corazón ofrece diez reglas esenciales para cuidar el corazón y mejorar tu calidad de vida. Puedes encontrar más información al respecto en su web. 

  1. Cuida tu alimentación. Una dieta completa, variada y equilibrada en la que alternes productos lácteos, frutas, verduras, legumbres, carne, pescado y frutos secos. 
  1. Haz ejercicio físico. Bastarán 30 minutos de actividad de ligera a moderada durante varios días a la semana para que tu cuerpo pueda reducir los efectos negativos de una vida sedentaria.  
  1. Deja de fumar. Prácticamente está prohibido fumar en cualquier sitio. Aprovecha esta circunstancia y plantéate dejarlo de una vez por todas. Pide ayuda a tu médico si lo consideraras necesario. 
  1. Controla el peso. Aunque se suele hablar de un peso ideal, lo cierto es que siempre hay unos kilos de margen en los que te encuentras sano. En caso de hablar de sobrepeso ya deberías acudir a un profesional.  
  1. Atención a la grasa. La grasa acumulada en el perímetro abdominal a nivel del ombligo puede ser peligrosa para el corazón. En la mujer debe situarse por debajo de 88 cm y en los hombres por debajo de 102 cm.  
  1. Controla la tensión arterial. Aunque seas una persona sana, es bueno verificarla al menos una vez al año. En caso de haber sufrido algún problema cardiovascular o ser hipertenso deberás ser más exhaustivo en los controles preventivos, tal como te informará tu médico. 
  1. Mantén a raya el colesterol y la glucosa. Una dieta sana y hacer ejercicio son las claves para lograrlo. El médico te dará las pautas necesarias para mejorar tu alimentación en ese aspecto. 
  1. Conoce tu riesgo cardiovascular. A partir de tu historial médico y tus antecedentes personales y familiares, el médico valorará los factores que pueden resultar perjudiciales para tu salud. La prevención es la clave. 
  1. Acude a un profesional. Ante cualquier duda o síntoma que te preocupe deberás acudir al médico. En caso de enfermedad apóyate en tu familia, tus amigos u otras personas que se encuentren en una situación similar.  
  1. Adiós al estrés. Como veíamos en la primera parte de este artículo, el estrés es un gran factor de riesgo en el trabajo. Si no pones remedio puede pasarte lo mismo en casa. Tómatelo con calma, ¡sólo tienes un corazón! 

Decálogo para mantener en forma el cerebro 

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¿Sabías que hasta el 16 % de la población española puede padecer alguna enfermedad neurológica? Si bien es cierto que la genética juega un papel muy importante en el desarrollo del párkinson, el alzhéimer o la epilepsia, el estilo de vida también influye en la salud del cerebro, lo que significa que tenemos que hay que apostar por hábitos saludables si queremos que se mantenga en forma con el paso de los años. 

Entrenar el cerebro supone un reto diario y constante en el que se debe abandonar la zona de confort. Los expertos recomiendan una serie de prácticas que llevadas a cabo de forma habitual ayudan a mantener nuestra mente a combatir el paso de los años. A continuación te contamos las diez acciones ideales para poner en práctica hoy mismo, y así mantenerlo joven y bien despierto.  

Aficionarte a la lectura 

¿Eres un lector voraz? Enhorabuena, ¡ya tienes mucho ganado! Y es que leer es una de las maneras más sencillas y asequibles de estimular la mente. ¿Te has dado cuenta de todo el tiempo que inviertes en los medios de transporte? Aprovecha cualquier momento para avanzar en la lectura de una novela que te apetezca, una biografía de alguien que te interese o incluso un libro acerca de una afición o tema relacionado con tu trabajo. Amplía tu conocimiento y nunca dejes de aprender. 

Imaginación al poder 

La lectura es una buena manera de desarrollar la imaginación. Otra forma de estimularla es observando a las personas desconocidas con las que te cruzas a diario. Pon a prueba tu intuición y desarrolla una historia sobre cada una. También puedes hacerlo con alguien e intercambiar impresiones.  

¿Rutinas? Sí, pero 

Algo tan automático como cepillarte los dientes puede ser un modo ingenioso de engrasar los circuitos de la atención, según explica la teoría desarrollada por el neurólogo Lawrence Katz en su obra La mente despierta. Lo novedoso no es la tarea en sí, sino llevarla a cabo de una manera distinta, es decir, con la mano que no utilizas habitualmente. Esto ayuda a construir una nueva conexión neuronal beneficiosa para el cerebro. 

Aprendizaje continuo 

Aprender un idioma, mejorar las técnicas de cocina, aprender a bailar, recibir clases de pintura, apuntarte a alfarería, hacer punto, tocar un instrumento… Aunque distintos en apariencia, todas estas aficiones comparten procesos mentales como la percepción, la memoria y el razonamiento. Recuerda que la constancia y la motivación son fundamentales para el aprendizaje. 

Ojo con los motores de búsqueda 

La existencia de los motores de búsqueda influye en los hábitos de memoria. Este efecto se describe como la tendencia a no recordar los datos que confiamos que podemos recuperar o consultar inmediatamente. El hecho de poder consultar en Internet una información y encontrar respuesta inmediata es maravilloso. Pero es necesario plantear hasta qué punto debilita nuestros recursos mentales.  

Cambiar el trayecto 

Seguramente estés cansado de recorrer todos los días el mismo camino. Pero ¿serías capaz de recordar todos los establecimientos por los que pasas? Hacer siempre la misma ruta termina por ser algo automático a lo que no prestamos atención. En vez de observar la calle y a las personas solemos ir ensimismados en nuestros pensamientos. Cambiar de recorrido a menudo te ayudará a estar más atento a todos los estímulos visuales y auditivos que la calle te ofrece. 

Llevar una vida activa 

Es evidente que el deporte  ayuda a mantenerte en forma y sentirte bien, pero no sólo es beneficioso en ese sentido. A nivel cognitivo el ejercicio físico regular (al menos unos 30 minutos diarios varias veces a la semana) puede contribuir a protegerte de enfermedades neurodegenerativas que conllevan un deterioro mental como el alzhéimer. 

El cerebro también necesita descansar 

Tu cerebro es capaz de estar concentrado al máximo entre 90 y 120 minutos. Una vez alcanzado ese tiempo será necesario hacer un alto en la jornada laboral a fin de que siga resultando productiva. Cambiar de actividad, estirar las piernas o tomarte un té son algunas de las maneras de ayudar al cerebro a descansar.  

Por su parte, dormir  las horas necesarias es indispensable para una vida sana. Si te cuesta conciliar el sueño, piensa en cambiar de hábitos antes de ir a dormir. Ventilar la habitación vigilando la temperatura, prescindir de la cafeína y decir adiós a las pantallas son algunos de los que puedes poner en práctica. 

De una en una 

Está demostrado que con la multitarea, el cerebro se ve obligado a repartir la atención con lo que disminuye su rendimiento, creando además una situación de estrés. Haz una lista de tareas pendientes ordenadas por prioridad y no pases a la siguiente hasta no haber concluido la anterior. 

¿Necesitas ideas? 

Desarrolla el potencial de tu cerebro con pequeños retos diarios que te ayudarán a mantenerte activo mentalmente y superarte cada día. Algunos de ellos podrían ser memorizar matrículas, leer una lista de palabras e intentar recordar las máximas posibles, colocar varios objetos en la mesa y averiguar cuál nos han quitado, recordar qué comiste ayer, pensar qué tiempo hacía una semana, jugar al ajedrez, ver películas en versión original o hacer puzles. 

¿Temes la llegada de la primavera?  

primavera

Después del largo invierno llega la primavera con sus días largos y su tiempo bastante más agradable. Sin embargo, lo que parecía una buena noticia a veces se traduce en un enorme cansancio tanto físico como mental. Nos falta la energía, concentrarnos resuelta un esfuerzo sobrehumano, la apatía hace acto de presencia, nos sentimos desmotivados e irritables, incluso podemos sentir ansiedad. ¿Por qué sucede esto?  

Mito o realidad, con la llegada de la primavera son muchas las personas que padecen síntomas asociados a la astenia primaveral. La astenia viene a ser un trastorno adaptativo como consecuencia de la subida de temperaturas y el cambio horario previsto para el último domingo de marzo. Pese a sus poco apetecibles síntomas, la batalla no está perdida. Es preciso combatirla con ganas poniendo en práctica unos sencillos gestos: lograrás reducir su impacto en menos de lo que piensas. 

Un seguro médico para empresas es una solución para prevenir el absentismo laboral cubriendo los servicios médicos que precisan los empleados. Cubre la mayoría de los servicios que pueden surgir en el día a día de una empresa, y que los empleados pueden necesitar a lo largo de su vida.  

Siempre bien hidratados 

El cambio brusco de temperaturas trae consigo un aumento de la sudoración. El cuerpo necesita recuperar esos líquidos para evitar deshidratarse. Tener una botella de agua a mano mientras desempeñamos nuestra labor profesional sirve de recordatorio. Más vale beber poco frecuentemente que mucho de golpe.   

Por su parte, en esta época es preferible prescindir de los refrescos hipercalóricos, o al menos reducir su consumo si se consumen de forma habitual. 

Horarios regulares 

Con la llegada del buen tiempo y el cambio de hora, los días se hacen más largos. Al salir del trabajo ya no es de noche y apetece regresar dando un paseo o realizar otro tipo de actividad, retrasando incluso la hora de la cena. 

Los cambios en las rutinas diarias suelen generarnos una ligera inestabilidad nada conveniente para minimizar los efectos de la astenia. En la medida de lo posible es preciso mantener una regularidad en los horarios. 

Si nos cuesta conciliar el sueño es buen momento para poner en práctica algunos de los hábitos que lo benefician, tales como reducir la cafeína y el alcohol, preparar el entorno adecuado y prescindir del uso de pantallas.  

Apuntarse a la vida saludable 

La primavera es buen momento para revisar la alimentación y adoptar nuevos hábitos saludables. Las frutas y verduras son indispensables y van a proporcionar las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita en esta época del año. Para ello viene bien saber cuáles son las frutas específicas de esta época. Naranja, fresa, kiwi, piña, pomelo y las primeras nectarinas serán el cóctel perfecto para aumentar nuestras defensas. 

En cuanto a las verduras, coliflor, alcachofa, espárrago verde, guisantes, puerros y lechugas son aquellas que estarán en sus óptimas condicionas en esta época. Saber que están en su punto ayudará a decidirnos con el menú a la hora de comer.  

Si con el transcurso de los días vemos que el cansancio sigue haciendo acto de presencia, quizá necesitemos reforzar las defensas con algún complejo vitamínico. En este caso deberemos visitar al médico, quien valorará nuestras necesidades y nos prescribirá lo más indicado a nuestra situación. Tentarnos por la posibilidad de la automedicación no es buena idea ya que la salud podría verse perjudicada. 

¡A moverse! 

La proximidad del verano trae consigo ganas de cuidarnos y hacer ejercicio físico. Lo ideal sería hacerlo durante todo el año, pero no siempre así. Realizar actividades físicas moderadas contribuye a reducir los niveles de estrés. En principio, esto también contribuye a conciliar el sueño, aunque se dan casos de personas que al practicar ejercicio a última hora del día logrando el efecto contrario.  

Planifica 

En esta época en la que nos encontramos sometidos a bruscos cambios de temperatura y cierta inestabilidad puede darnos la sensación de que no llegamos a todo. No sería de extrañar que la falta de concentración tan característica de la astenia primaveral, hiciera que nos olvidáramos de fechas importantes o tareas pendientes.  

Una buena planificación te puede ahorrar muchos quebraderos de cabeza (y algún que otro disgusto). A modo de prevención, resultará muy útil anotar las  citas o reuniones en cuanto se programen. Esto será aún más relevante si cuentas con plazos de entrega, con lo que será esencial programar avisos con suficiente antelación por lo que pudiera acontecer. 

¿Aprovechas todo el potencial de tu espacio de teletrabajo? 

teletrabajo

A estas alturas ya somos unos expertos en teletrabajo. Entre las ventajas de trabajar desde casa se encuentra la posibilidad de diseñar tu oficina a tu imagen y semejanza para que resulte un espacio cómodo, fresco e inspirador. Si lo piensas detenidamente, es una manera de cuidarte de ti, no solo a nivel físico sino también psicológico ya que un entorno agradable, creativo y saludable puede inspirarte, animarte cuando más lo necesites y, por lo tanto, mejorar la calidad de tu trabajo. ¿Sabes cómo puedes llevar tu oficina al siguiente nivel?  

Actualmente hemos entrado en la fase 2.0 del teletrabajo, lejos quedan ya esas oficinas improvisadas en casa. Ahora, tres años después, las modalidades de trabajo híbridas son habituales y, según un informe de 2021 de la consultora McKinsey, al 53% de la gente le gustaría trabajar desde casa al menos tres días a la semana. La oficina en casa ha llegado para quedarse, por lo que tiene sentido convertirla en un espacio bien pensado y diseñado. 

La calma, el objetivo de la nueva generación de oficinas en casa 

Cuando The Happiness Research en Copenhague investigó qué hace que la gente esté más satisfecha con su casa, la capacidad de separar trabajo y ocio destacó en la lista de prioridades. Llegaron a la conclusión de que es importante entender cómo los objetos que están a la vista activan nuestra capacidad mental. Por eso, es esencial encontrar formas de separar la vida laboral de la doméstica, y ahí es donde entra en juego un diseño inteligente. 

Los expertos de BoConcept hacen hincapié en la importancia del diseño de espacios que ofrezcan la posibilidad de trabajar en un entorno relajante. No todo el mundo dispone de una habitación separada para utilizarla como oficina, por lo que la idea es crear espacios de doble uso con almacenamiento inteligente que permitan alternar entre el modo de trabajo y el de ocio.  

¿Cuáles son las soluciones de diseño que hay que tener en cuenta a la hora de crear un espacio de trabajo productivo y relajante? Te las contamos. 

Priorizar la organización 

La organización es fundamental para crear la perfecta oficina en casa. Manteniendo tu oficina organizada aumentas tu eficiencia y cosechas los beneficios del estilo. Con esto en mente, necesitarás contar con estanterías, muebles auxiliares o escritorios con soluciones de almacenamiento que puedas ocultar sin problema cuando no estés trabajando. 

100% minimalista 

Los principios del minimalismo danés favorecen la creación de zonas de trabajo tranquilas y despejadas. Las líneas limpias, una paleta de colores neutros y un diseño inteligente, garantizan que los espacios se mantengan estilosos fuera del horario laboral. Decorar con alguna planta te ayudará a resintonizar con la naturaleza, contribuyendo a que te sientas menos estresado. ¿Sabes que la exposición a elementos naturales mientras se trabaja está asociada a un mejor estado de ánimo y una mayor satisfacción laboral? 

Encuentra la silla perfecta 

La silla de trabajo es una inversión esencial que debe reunir comodidad, ergonomía y estilo. Asegúrate de que tu silla de oficina esté a una altura cómoda y sea ergonómica para las largas jornadas de trabajo en casa. Las bases giratorias proporcionan flexibilidad y los asientos tapizados implican comodidad. Si no cuidas este aspecto te arriesgas a que haga su aparición un terrible dolor de espalda

Optimizar la funcionalidad y la flexibilidad 

En un panorama postpandémico, el deseo de optimizar los espacios domésticos y dotar de flexibilidad a los entornos cotidianos sigue creciendo. La versatilidad y la multifuncionalidad son claves para optimizar los espacios, independientemente de su tamaño. Igualmente, merece la pena invertir en piezas multifuncionales que sean versátiles. La gente ya no quiere espacios estáticos y orientados al trabajo. 

Práctico pero estético 

La creación de un espacio de trabajo con estilo propio aumentará el bienestar y la productividad. Cuando estés diseñando tu nueva oficina en casa deberás valorar tanto los aspectos que te ayudarán a que sea bonita como los que contribuirán a que sea funcional.  

Una oficina acogedora 

Incorpora formas orgánicas, colores relajantes y toques acogedores para lograr una oficina casa en la que te apetezca trabajar. Como decíamos más arriba, las plantas siempre son un complemento relajante en un espacio de trabajo, y una alfombra debajo del escritorio añade comodidad y textura.  

Por último, piensa en los materiales de los muebles: metal y madera es la combinación perfecta para crear una acogedora zona de trabajo. Dependiendo del tamaño de tu espacio, puedes considerar incluir un sofá o un sillón para los momentos que no requieran que estés sentado en tu escritorio, o para descansar. 

Estas son las claves para llegar al viernes con motivación y energía 

trabajo viernes

Tras recargar pilas sábado y domingo, nos enfrentamos a una nueva semana con energía y motivación. Pero según avanzan los días puede pasar que nos encontramos más cansados y desmotivados. El estrés, las preocupaciones y el exigente día a día van acumulándose haciendo de la semana un reto difícil de superar. Muchas pueden ser las causas y los remedios para combatirlas.  

Muchas de estas causas  están vinculadas a la salud, con lo que un seguro médico para empresas es una solución para prevenir el absentismo laboral cubriendo los servicios médicos que precisan los empleados. Cubre la mayoría de los servicios que pueden surgir en el día a día de una empresa, y que los empleados pueden necesitar a lo largo de su vida. 

Una buena planificación 

Ya sea por falta de planificación o por tener que solucionar imprevistos sobre la marcha, dejar los temas importantes para el final no suele ser buena idea (especialmente si se busca el éxito). De la misma manera, está muy bien afrontar la semana con energía y queriendo aprovechar al máximo, pero hay que ser realistas: las horas en el papel no cunden lo mismo que en la realidad.  

Apoyarnos en una buena planificación ayudará a gestionar el tiempo y reducir el estrés, de cara a ir dosificando fuerzas y llegar al fin de semana más tranquilos y con los “deberes” hechos.  

El miércoles es buen día para comprobar si la planificación realizada está siendo de utilidad o sólo quedó en el papel. Hacer los ajustes necesarios resultará de gran utilidad en este punto.  

Priorizar el descanso 

Aquellas personas que desearían que el día fuera más largo, suelen estar tentadas a robar horas al sueño para aprovechar más. Puede hacerse un día, o incluso dos, pero no cabe ninguna duda de que al final de la semana dormir poco no será rentable. El nivel de concentración y el rendimiento laboral disminuirán, lo que probablemente se traducirá en una mayor inversión de tiempo para realizar ciertas tareas. 

Esto conllevará a su vez cierta frustración nada aconsejable, así como la seguridad de que el fin de semana habrá que descansar y recuperar sueño en vez de poder hacer actividades más divertidas que ayuden a desconectar. 

Comer de todo 

Entre los hábitos saludables que te proporcionan energía se encuentra llevar una alimentación variada y completa. Si la dieta es inadecuada, ante cualquier situación de nervios o dificultad se producirá un descenso de las defensas. Por el contrario, si es equilibrada y completa, el organismo se sentirá fuerte y en forma. 

Empezar el día con un desayuno completo es una gran costumbre. Este debe aportar proteínas, carbohidratos, fibra, vitaminas y minerales. Como ejemplo de opción equilibrada proponemos el desayuno compuesto por productos lácteos, cereales (o productos elaborados con ellos) y fruta.  

A más actividad, más energía 

Cuando hacemos ejercicio mejora la circulación de la sangre, y por tanto aumenta la función inmunitaria, incrementa el nivel de atención, contribuye a reducir el estrés y libera endorfinas. Lo ideal sería dedicar al menos 20 minutos diarios a realizar alguna actividad física especialmente por la mañana, tal como han demostrado algunos estudios.  

En la medida en que te sea posible, hay que aprovechar también los beneficios de pasear al aire libre. La exposición a los rayos solares aumenta los niveles de serotonina, la hormona que regula el estado de ánimo. Además el sol contribuye a sintetizar la vitamina D, una aliada contra la debilidad, la fatiga y el dolor de cabeza. 

Sacar tiempo a diario 

Aunque esperemos el fin de semana como agua de mayo, entre semana también hay tiempo que podemos aprovechar para hacer lo que nos gusta. Así llegaremos más relajados y sin tanta ansiedad al viernes. Estar en contacto con otras personas es importante para mantenernos sanos y llenos de energía. Charlar con los compañeros, reírnos más a menudo, relativizar y tomarnos las cosas con humor ayuda a sentirnos mejor, a la vez que dosificamos energías.  

Poner en práctica estas sencillas recomendaciones ayudará a evitar la sensación de ir acumulando cansancio y llegar al viernes en otras condiciones.  

¿Tu oficina es un oasis o un campo de batalla? 

trabajo en oficina

Una oficina es un espacio compartido donde resulta imprescindible tener en cuenta ciertas reglas para favorecer la cordialidad, asegurando así una convivencia sana con el resto de compañeros. Además, disfrutar de un buen ambiente laboral ayuda a sentirnos más cómodos y motivados, repercutiendo positivamente en la empresa. 

La comunicación es indispensable en cualquier tipo de convivencia. Ante algo que nos moleste, lo recomendable es comentarlo en privado con el compañero en cuestión sin fomentar las críticas y los corrillos. Por otro lado, siempre y cuando el trabajo lo permita, es bueno colaborar con los compañeros. Participar en las actividades que nos propongan demuestra interés por el bien común y ayuda a relajar tensiones compartiendo tareas. Sigue leyendo para descubrir otros gestos que harán de la oficina un oasis empresarial. 

Cordialidad ante todo 

Dar los buenos días, dejar salir antes de entrar o ceder el paso son las normas de urbanidad básicas que deberían ponerse en práctica en cualquier espacio de trabajo, incluso en momentos de tensión o preocupación laboral. 

Y si se hace con una sonrisa, mejor que mejor. Las personas que sonríen de forma  natural tienen más facilidad para conectar con los demás creando una sensación de bienestar y buenas vibraciones. Aunque no siempre se tengan motivos para ello, intentar esbozar una sonrisa en determinados momentos da muy buenos resultados. 

Por otro lado, si durante el fin de semana se comparte tiempo de ocio con algún compañero, hay que aprender a separar ambas parcelas de la vida. 

Ser respetuosos 

El partido del sábado, las próximas elecciones o nuestra opinión personal sobre un tema espinoso de actualidad son conversaciones poco recomendables en el entorno laboral, especialmente para personas muy apasionadas. Por lo general no conducen a nada y suelen generar crispación en el ambiente. Mejor evitarlas si no quieres que la oficina se convierta en un campo de batalla.  

De igual modo, es importante respetar el espacio de los demás. Por muy a gusto que estemos, nos encontramos en una oficina, no en nuestra casa. Es comprensible que después de comer adoptemos una postura algo más relajada, pero situar las manos detrás de la cabeza, recostarnos sobre la mesa o colocar los pies encima son algunas de las posturas que perjudican la salud y causan bastante mala impresión. 

Vigilar el volumen  

Trabajar con música puede mejorar la productividad, siempre y cuando no perjudique al resto del equipo. Por otro lado, si necesitamos hablar con un compañero que se encuentra a cierta distancia, nos olvidaremos de gritar de una mesa a otra ya que puede desconcentrar y resultar molesto al resto de la plantilla. De igual modo, si se debe mantener una conversación personal por teléfono será preciso modular el volumen.  

Asimismo, los ruidos constantes con el bolígrafo, el pie, tararear o silbar canciones pueden resultar algo molestos y ser motivo de tensión. Siguiendo esa línea, masticar chicle, tomar un café o un tentempié a media mañana puede ser una buena manera de espabilar, o un terrible suplicio para los que te rodean.  

No somos islas 

Incluso si vamos a mil por hora y tenemos muchas cosas en la cabeza, es bueno recordar que en el trabajo estamos rodeado de personas en circunstancias muy similares a las nuestras. 

Preguntarles por la evolución de dolor de cabeza, felicitarles por su cumpleaños o abrirles la puerta cuando van cargados de expedientes, son formas muy sencillas de contribuir al buen ambiente laboral.  

Por otro lado, aunque a veces sea inevitable oír alguna conversación ajena, respetar la privacidad de los demás es imprescindible. Es normal que dentro del grupo de trabajo establezcamos relaciones de confianza con algunos compañeros, pero recuerda no resultar entrometido ni intervenir en los asuntos personales (salvo que específicamente te pidan consejo). 

Buenas vibraciones 

Las personas que ríen son más productivas. Una cultura corporativa basada en el humor y la felicidad en el trabajo no solo retiene a los trabajadores con talento sino que aumenta su compromiso. También es buen momento para recordar que no todos tenemos el mismo sentido del humor y a veces puede resultar difícil encontrar el término medio entre ser gracioso y resultar cargante. 

Cuando estés trabajando ¡no te dejes la espalda! 

dolor de espalda

Es realmente encomiable que te esfuerces al máximo cada día, sacando lo mejor de ti y de tu equipo. Esto no quiere decir que te dejes la espalda en tu camino hacia el éxito. ¿Sabías que muchas  molestias musculares tienen su origen en el entorno laboral? 

Y sí, el llamado trabajo de oficina también puede derivar en dolor de espalda si no se tiene cuidado. El estrés, las malas posturas, la repetición de tareas durante un tiempo prolongado o el sedentarismo son algunos de ellos.  

Empezando por el principio 

Aprender a sentarnos y caminar correctamente son dos gestos básicos para mejorar nuestro bienestar. Adoptar una postura erguida al andar, puede resultar un tanto forzado al principio si no estamos acostumbrados, pero a la larga contribuye a preservar tanto la salud de la espalda como la del resto del cuerpo.  

En cuanto a la forma de sentarnos, es cierto que se suelen achacar las molestias musculares a la cantidad de horas que permanecemos en la silla. Es evidente que el sedentarismo no beneficia a la columna, pero también lo es que podríamos adoptar una postura más correcta.  Además de prevenir el dolor de espalda, este buen hábito nos ayudaría a evitar contracturas en hombros, brazos y cuello, reducir el nivel de fatiga, alteraciones en la visión y las migrañas. 

Trabajar con el tronco muy flexionado o estirado puede forzar en exceso la columna vertebral obligando a todos los músculos a trabajar más. 

Pensando en términos de ergonomía 

Estar sentado muchas horas seguidas no solo pasa factura a la espalda. Otras zonas como el cuello, los hombros, las manos y las muñecas también pueden verse afectadas. El uso de sillas ergonómicas regulables con el respaldo ligeramente inclinado ayuda a prevenir molestias en la zona lumbar. Si es necesario también puede utilizarse un reposapiés.  

Al sentarse, lo ideal es que el tronco respete el eje vertical y la nuca esté relajada y estirada. Por su parte, los hombros deben estar relajados mientras que antebrazos y brazos se apoyan sobre la mesa. En cuanto a las extremidades inferiores, las rodillas formarán un ángulo recto y las plantas de los pies se apoyarán por completo en el suelo.  

Muchas de las incorrecciones en la postura tienen que ver con el uso del ordenador. El uso del teclado durante muchas horas obliga a los músculos a actuar durante largos periodos de tiempo. Este hecho puede provocar otras dolencias, por ejemplo en los brazos.  

¿Sabías que la pantalla del ordenador debe situarse frente a los ojos y a unos 50 centímetros de ellos? Así, el cuello no se resentirá mientras estemos trabajando. 

Para que los brazos puedan apoyarse correctamente sobre la mesa de trabajo, deben formar un ángulo de 90 grados. Trabajar dos centímetros por encima o por debajo hará que se fuerce más el brazo, por tanto se necesitará ajustar la altura tanto de la silla como de la mesa.  

Trabajar sí, descansar también 

Mucho tiempo sentado en una misma postura conlleva una actividad que puede forzar las estructuras musculares. Este es el principal motivo por el que es tan importante activarlas cada cierto tiempo para que así puedan seguir manteniendo su capacidad funcional. 

El equilibrio entre actividad y descanso es indispensable para mantener y favorecer la salud. Hacer pequeñas paradas resulta imprescindible para recuperarse del esfuerzo realizado. Así evitarás que se acumule la fatiga y aparezca el tan temido bloqueo mental

En estos períodos de descanso será preferible moverse en vez de continuar con una actitud sedentaria. En la medida de lo posible, y dependiendo de cada persona y sus circunstancias, lo recomendable sería hacer estos descansos cada 45 minutos o, como mínimo, cada dos horas.   

Realizar pequeños estiramientos 

Hacer ejercicio físico en la oficina mejora tu productividad. Con el mero hecho de realizar pequeños (y discretos) estiramientos estarás facilitando el bombeo de sangre, produciendo un efecto beneficioso en tu salud. 

Estirar los brazos hacia el techo, entrelazar los dedos, levantar los pies sin despegar las puntas o estirar las piernas son pequeñas acciones que tu espalda y el resto de tu cuerpo agradecerán tras un período sentado.  

Además, cuando salgas a comer procura bajar por las escaleras o dar un pequeño rodeo para activarte de nuevo. Combinar estas recomendaciones con la práctica regular de ejercicio físico te ayudará a sentirte mejor.  

Y recuerda que en caso de sufrir ya estas molestias lo mejor es que acudas al médico. Una de las claves del correspondiente tratamiento y tu recuperación será encontrar el origen de las mismas. En cualquier caso, más vale prevenir que curar. 

Embarazada en la oficina ¡qué aventura! 

embarazada

¡Enhorabuena! Tu vida ha empezado a cambiar y poco a poco deberás ir adaptándote a tu nuevo estado, especialmente si eres primeriza. Una de las cuestiones que seguramente te preocupen sean las relativas al entorno laboral. Y es que, durante las primeras semanas, estar embarazada en la oficina puede ser toda una aventura.  

Si bien hay entornos laborales que pueden presentar riesgos para el bebé, la oficina suele estar libre de ellos. En cualquier caso, si tu trabajo conlleva manipular productos tóxicos que puedan ser inhalados, será necesario evaluar la situación y poner medidas. 

Y, aunque todavía es pronto para pensar en ello, te adelantamos que el llamado cheque guardería es el mayor beneficio social que las empresas pueden ofrecer a los padres y madres trabajadores con hijos en el primer ciclo de educación infantil (de 0 a 3 años). ¡Tenlo en cuenta para cuando llegue el momento! 

Aliviar los síntomas más frecuentes 

Las náuseas son uno de los síntomas más comunes y molestos del embarazo, y pueden resultar agotadoras. En caso de que vayan acompañadas de vómitos, deberás reponer líquidos bebiendo pequeños sorbos de agua con frecuencia. Si aun así fueran insoportables tu médico podría recetarte un medicamento específico para controlarlas. 

Asimismo, puedes notar una ligera mejoría tomando el aire, concentrándote en la respiración y en la postura, y comiendo poco y a menudo ya que tener bajos los niveles de azúcar en la sangre puede complicarlas.  

Otro de los síntomas inevitables del embarazo que va a repercutir en tu vida laboral es la fatiga, especialmente después de comer donde te acompañará una sensación de somnolencia frente al ordenador. Para reducir los efectos es recomendable mantenerte hidratada, tomar hierro, realizar alguna actividad física moderada, evitar el estrés y descansar y dormir todo lo posible.  

Ropa formal ¡y cómoda! 

Por lo general, la futura mamá intenta aguantar lo máximo posible con su ropa pero cuando empieces a sentirte incómoda habrá llegado el momento de hacer una visita a las tiendas. Lo más importante es ir adaptando tu vestuario a cada fase del embarazo.  

En cuanto al calzado, la retención de líquidos es uno de los principales problemas del embarazo. Los pies tienden a hincharse y hacerte ver las estrellas al final del día. Durante la jornada laboral vas a estar muchas horas sin poder descalzarte, así que elige unos zapatos cerrados que te resulten cómodos. Lo ideal es que te sujeten bien el pie pero sin apretar. Un tacón ancho máximo de 3 centímetros te dará la seguridad y estabilidad que necesitas.  

Cuidar la postura para prevenir molestias 

Lo conveniente es que al sentarte lo hagas de forma correcta, bien erguida en una silla cómoda, con las piernas ligeramente separadas (nunca cruzadas) y a ser posible con los pies en alto. Hacer rotaciones de cabeza estirando los hombros y la parte alta de la columna es un buen ejercicio para desentumecer los músculos. 

Si pasas mucho tiempo sentada conviene que te levantes y camines un poco aproximadamente cada hora. En  caso contrario, lo recomendable es que te sientes y eleves los pies para reducir la hinchazón de pies y tobillos. 

¿Qué comer a diario? 

Llevar una dieta saludable es realmente importante durante el embarazo. Tu cuerpo requiere una ayuda extra para enfrentarse a sus necesidades adicionales y suministrar a tu bebé los nutrientes esenciales para su desarrollo.  

Tomar alimentos ricos en proteínas (pescado, legumbres, queso y frutos secos) es necesario para asegurar el crecimiento saludable de las estructuras corporales. Por su parte, los productos lácteos y los carbohidratos no refinados mantienen los niveles de energía y aseguran el suministro de fibra. La verdura variada y la fruta fresca te aportan una buena cantidad de vitaminas y minerales esenciales, muchos de los cuales contienen importantes antioxidantes protectores. 

En la actualidad las futuras mamás son conscientes de que muchos de sus hábitos van a repercutir en la salud de su bebé a corto y largo plazo, por ello es imprescindible cuidarse no sólo en casa sino también en la oficina. Ante cualquier duda consulta con tu ginecólogo o matrona.  

¿El invierno se ceba con tu piel? 

invierno

Si tu respuesta es sí ¡no nos extraña nada! Con las temperaturas polares que estamos teniendo es normal que el frío haga mella en tu piel, sobre todo aquella que no sueles llevar cubierta como la del rostro. Además, el aire, el sol, los cambios de temperatura o la calefacción son otros de los elementos que pueden dañarla.  

Protección e hidratación, no solo en verano 

Estamos muy concienciados de los peligros del sol y tomamos las precauciones necesarias en los meses de verano para evitar sus consecuencias negativas. ¿Por qué bajamos la guardia en invierno? Quizá el sol no sea tan intenso pero la es precisamente en esta estación cuando la piel necesita cuidados extra. Al volverse más seca pueden aparecer rojeces, cierta tirantez o incluso pequeñas grietas.  

Una de las causas de mayor sufrimiento de la piel son los cambios bruscos de temperatura. El trayecto de casa al trabajo suele pasar por distintas fases: calle, transporte, de nuevo calle y finalmente oficina. De esta manera, la piel apenas tiene tiempo para adecuarse del frío del exterior al calor de los ambientes cerrados.  

Aunque hidratarnos el cuerpo debe ser una costumbre, lo cierto es que las prisas del día a día pueden hacer que no siempre lo sigamos a rajatabla. La hidratación debe centrarse especialmente en cara, cuello, escote y manos. Por otra parte, la hidratación desde dentro resulta igual de importante y beneficiosa para la piel. Una alimentación equilibrada y beber dos litros de agua al día también influye en su buen aspecto.  

Productos específicos para zonas concretas 

Cuando hablamos de piel solemos pensar únicamente en la del rostro, pero las manos son también una parte muy sensible que se encuentra continuamente expuesta. El uso de guantes en los meses de invierno y aplicar una buena crema hidratante tantas veces como sea necesario, suelen ser los dos hábitos más efectivos para su cuidado. 

En cuanto a los labios, un producto específico que actúe como barrera protectora ayudará a evitar su sequedad y la consecuente aparición de las incómodas pielecitas.  

Al igual que sucede con la piel de otras zonas, los cambios de temperatura contribuyen a la deshidratación del pelo, pudiendo sufrir una descamación del cuero cabelludo.  El uso de mascarillas nutritivas como complemento de su lavado contrarrestará este efecto. 

La piel también sufre en interiores 

A pesar de que cada trabajo cuenta con sus peculiaridades, la mayoría de las oficinas comparten una serie de características con gran repercusión sobre nuestra piel. El aire acondicionado, la calefacción o la sequedad del ambiente son algunas de ellas. 

No es lo mismo trabajar al aire libre que en una oficina con poca ventilación. En los espacios cerrados la piel se encuentra expuesta a la polución derivada del aire acondicionado y la calefacción, lo que disminuye a su vez la humedad del ambiente. Al acumular más toxinas la piel pierde uniformidad, elasticidad y luminosidad. 

Para compensar esa pérdida de humedad es recomendable el uso de humidificadores. Por su parte, las fuentes de calor directas traen consigo alteraciones en algunos tipos de piel que pueden ser irreversibles por lo que conviene evitarlas. 

Si se trabaja manipulando archivos o papeles, el polvo será uno de los grandes enemigos. Además del que puede encontrarse en cualquier despacho, la acumulación de papel es el caldo de cultivo perfecto para los ácaros. Trabajar con guantes de algodón reducirá el riesgo de picor y otras molestias derivadas de la exposición continua al polvo.  

Antes de dormir 

Después de un día intenso, es indispensable una buena limpieza del rostro para eliminar las impurezas. Lavarte la cara con agua tibia para evitar la vasodilatación y un tratamiento en profundidad realizado con un suave masaje ayudará a restablecer la frescura de la piel. En cuanto al resto del cuerpo, cuidarlo después de la ducha con una crema hidratante compensará los efectos de la calefacción y demás factores.  

Mantener nuestra piel sana no es cosa de un día. A los tradicionales hábitos saludables se suman ahora los específicos para la piel, como son protegerla de las inclemencias del tiempo y los factores ambientales, lavarla y desmaquillarla a diario y usar un tratamiento específico adecuado a la edad y demás circunstancias.  

La importancia de tomarse un descanso a la hora de comer 

comer trabajando

Hay días en los que parece que las tareas se duplican y la mañana no tiene las horas suficientes para acabarlo todo. Por eso, con la mejor intención del mundo, decides que vas a comer cualquier cosa delante del ordenador. Ten por seguro que ni va a ser tan productivo como cabía esperar ni tan saludable

Aparcar tus preocupaciones durante ese rato te ayudará a gestionar el estrés diario. Para aprovecharlo al máximo, es conveniente que antes de salir de la oficina dejes planificados tus objetivos de la tarde. Teniéndolo todo organizado tu cerebro te concederá una tregua.  

Sigue leyendo y descubre a continuación las buenas y variadas razones por las que todos los trabajadores deberían comer fuera de la oficina con mayor frecuencia. También descubrirás la solución perfecta para hacerlo posible. Te damos cuatro pistas. La solución, al final del artículo. 

  • Permite la conciliación de la vida familiar y laboral. 
  • Aumenta la motivación de los empleados. 
  • Atrae y fideliza el talento. 
  • Es un sistema seguro, transparente y conforme con la legislación fiscal vigente. 

Cambiar de escenario 

Por muy concentrado y muy a gusto que te encuentres en tu espacio de trabajo, la hora de comer es la idónea para hacer ese descanso que te permitirá reponer fuerzas (tanto física como mentalmente) y tomar el aire.  

Cambiar las cuatro paredes de siempre por un entorno neutral te ayudará a desconectar y ver las cosas con otra perspectiva.  Esto es especialmente importante en el caso de que te hubieras quedado estancado en alguna tarea. Si además tienes suerte y la temperatura exterior es agradable lograrás esa deseada sensación de bienestar que terminará proyectándose de manera positiva en tu trabajo.  

Una dieta variada y saludable 

Aun sabiendo la importancia de llevar una alimentación completa y equilibrada, por lo general encontramos una buena excusa para no hacerlo. Comiendo fuera de casa te aseguras una dieta variada con ingredientes que seguramente haga tiempo que no pruebas. Al elegir el menú recuerda estos consejos saludables. 

  • Toma diariamente frutas, hortalizas, verduras, patatas, pan y cereales. 
  • Comelegumbres al menos dos veces a la semana. 
  • Convierte el aceite de oliva en la principal grasa (saludable) de tu dieta.  
  • Aficiónate a los productos lácteos ya sea leche, yogures o quesos bajos en grasa. 
  • En cuanto a la carne prioriza la carne magra (sin mucha grasa) sobre las carnes grasas (rojas, embutidos).   
  • Bebe al día unos dos litros de agua y evita el alcohol. No abuses de la sal. 
  • Modera el consumo de dulces, así como de alimentos procesados y comida rápida. 

Tus piernas, las gran beneficiadas 

La mayoría de los trabajos actuales fomentan el sedentarismo. Permanecer mucho tiempo sentado en una misma postura implica un exceso de actividad que puede llegar a forzar las estructuras musculares. Lo recomendable y necesario es activarlas para que mantengan su capacidad funcional.  

Y qué mejor forma de hacerlo que dando un paseo hacia el restaurante, lo suficiente para desentumecer las extremidades y reactivar la circulación. Bajar por las escaleras es otro de los sencillos gestos que puedes poner en práctica.  

Estrechar lazos con los compañeros 

La mayoría de las personas aprovechan la hora de la comida para comer con sus compañeros. Aunque a veces se hable de algún tema puntual del trabajo, por lo general es una buena ocasión para establecer lazos de confianza y formar equipo. 

Al igual que hay días en los que te apetece interactuar con el resto de la plantilla, hay otros en los que quieres es estar en silencio con tus pensamientos. El tiempo de descanso y disfrutar del silencio son dos fórmulas clave que potencian la productividad, la creatividad y mejoran la memoria.  

La exposición a un silencio prolongado puede ayudar a nuestro cerebro a producir nuevas células en el hipocampo, la región del cerebro relacionada con la memoria. Imagina lo que el silencio puede hacer por tu creatividad y tu capacidad para concebir nuevas ideas. 

En este sentido, Up Cheque Gourmet es uno de los beneficios sociales más valorados por los empleados. También es uno de los más extendidos al suponer una importante ventaja económica para las empresas y los empleados.  

Para las empresas, este servicio es 100% deducible del Impuesto de Sociedades. Para los empleados queda exento de IRPF hasta 11€ por día laborable, lo que supone un ahorro anual de unos 600€. Este beneficio social puede implantarlo cualquier empresa, a partir de un empleado, sin importe mínimo, logrando un aumento del compromiso de sus trabajadores y de su productividad.