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Consumir frutas de temporada, una gran costumbre

Si tomar frutas es una buena costumbre durante todo el año, en verano aún lo es más. El alto contenido en agua de muchas de ellas contribuye a mantenernos hidratados mientras combatimos el calor de forma saludable. Y es que su refrescante sabor no solo alivia la sed de manera natural sino que además lo hace aportando nutrientes al organismo.

Aunque actualmente sea fácil adquirir distintos tipo de fruta en casi cualquier época del año, consumiéndolas en su temporada nos aseguramos de que están en el momento justo de maduración, sabor, color y textura. 

Cultivando frutas de temporada se eluden costes de transporte y almacenamiento. Además, al haber una mayor oferta de productos los precios son más bajos, suponiendo una gran ventaja para tu bolsillo. Por otra parte, evitar el uso de cámaras frigoríficas ya sea para su conservación o para ayudarlas a madurar artificialmente, conlleva a su vez un ahorro energético considerable.

Un recordatorio previo

La mayoría de las frutas se comen crudas con lo que resulta indispensable lavarlas antes de ingerirlas, más aún si no las vas a pelar. Como pauta general se recomienda lavar la fruta bajo el grifo sin dejarla en remojo justo antes de su utilización. En el caso de uvas, frambuesas y otras frutas pequeñas usa un colador.

Por su parte, la fruta con piel o cáscara también debe ser lavada ya que las bacterias podrían pasar al interior. Para una mejor higiene de aquellas que tienen surcos puedes utilizar un cepillo.

Las frutas de verano de la A a la Z

La sandía, el melón, las ciruelas y las frambuesas son algunas de las flamantes protagonistas de estos meses. Conoces el nombre de todas, pero ¿y sus propiedades?

  • Aguacate. Además de tener ácido fólico y un 12,5% más potasio que el plátano, cuenta con casi el doble de grasas buenas (monoinsaturadas) que otros alimentos como el salmón.
  • Albaricoque. Posee una cantidad de potasio muy superior a la media. Su contenido en vitaminas y minerales se incrementa cuando se presentan deshidratados (orejones), pero haciéndolo también su número de calorías.
  • Cereza. Es rica en antioxidantes (flavonoides y polifenoles) pero tampoco hay que ignorar su contenido en fibra. De todas las variedades las más apreciadas son las dulces y jugosas, aunque también hay quienes prefieren las de sabor amargo agrio (guindas).
  • Ciruela. El agua es su principal componente, con lo que es muy refrescante. Además tienen hidratos de carbono (entre ellos el sorbitol) de leve acción laxante cuyo efecto se ve reforzado por su abundancia en fibra.
  • Frambuesa. Aporta abundante vitamina C y B1 a las que hay que sumar su elevado contenido en fibra.
  • Higo. Como consecuencia de su mayor contenido en azúcares, tienen mayor aporte calórico. Su contenido en fibra es interesante y al igual que las demás frutas también tienen potasio.
  • Mango.  Muy rico en betacaroteno y vitamina C (algunas variedades pueden tener incluso más que la naranja). A pesar de que su aspecto es fibroso, lo cierto es que no destaca por su contenido en fibra.
  • Melocotón. Del mismo modo que sucede con otras frutas, no resulta especialmente rico en azúcares pese a tener un sabor dulce.
  • Melón. Es rico en agua y, por lo tanto muy refrescante. Su sabor dulce hace pensar en que contiene gran cantidad de azúcares cuando en realidad no es así. Es una fuente importante de potasio y vitamina C y, en el caso de los que tienen la pulpa más amarilla, también de beta-caroteno o provitamina A.
  • Pera. De todas las frutas, la pera es una de las más ricas en agua. Destaca su aporte en fibra pero, curiosamente, cruda resulta astringente. Presenta otros nutrientes en menor cantidad como vitamina B, potasio y magnesio.
  • Sandía. El 92% de la sandía es agua. Este hecho la convierte en el refresco ideal en países caracterizados por sus altas temperaturas. Tiene propiedades oxidantes, vitamina C y menos azúcar que la media de las frutas.

Cada estación del año te regala los alimentos que tu organismo necesita. Aprovecha las frutas de verano para beneficiarte de sus propiedades y su refrescante sabor.