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Cómo combatir el calor mientras trabajas

¿Perteneces a ese afortunado grupo de personas que ya han reservado las vacaciones? ¡Enhorabuena! ¡Ya te falta menos para disfrutarlas! Sin embargo, todavía tienes ante ti una prueba de fuego: combatir el calor mientras trabajas sin perder productividad.

No desarrollar tu profesión al aire libre no te exime de pasar calor en tu jornada. Además de incómodo, trabajar con temperaturas extremas puede tener consecuencias graves como sufrir un golpe de calor. Sigue leyendo y toma nota de las siguientes recomendaciones.

Un lugar de trabajo bien acondicionado

Cuando hay una ola de calor, la temperatura de los lugares laborales es también más elevada, y los sistemas de climatización y ventiladores no están siempre diseñados para hacer frente a esos cambios tan pronunciados. Por este motivo, cuando se den esas condiciones, hay que reducir todo lo posible los trabajos que precisen hacer un gasto energético elevado, con mayor motivo si se trabaja al aire libre.

Para resistir las altas temperaturas, el lugar de trabajo debe estar acondicionado. De hecho, el Real Decreto 486/1997 de 14 de abril, establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud que deben cumplir estos espacios. Si es un local cerrado, debería tener aire o ventiladores, toldos, persianas y estores.

El simple gesto de bajar las persianas para evitar que el sol entre directamente hará que el sitio esté más fresco. Debe ventilarse a primera hora de la mañana y nunca abrir las ventanas cuando la temperatura exterior es más alta que la interior. Aunque dé la impresión de que entra fresco en realidad es todo lo contrario.

Combatir el calor desde dentro

Si mantenerse hidratado siempre es importante, en verano lo es aún más. Para no deshidratarse, el mejor consejo es beber agua frecuentemente aunque no se tenga sed, a fin de reponer las sales y líquidos que se pierden cuando sudamos.

Existen personas que, incluso siendo conscientes de la importancia de mantenerse hidratados, no llegan a los mínimos recomendados. Será necesario estar atentos a posibles síntomas de deshidratación como pueden ser mareos leves o calambres. Presta atención para evitar males mayores ya que no hace falta estar en la calle para sufrir un golpe de calor. Por supuesto, no se debe beber nada de alcohol y evitar las bebidas muy azucaradas y las que tengan cafeína.

En cuanto a la comida, lo ideal es olvidarse de menús copiosos, con exceso de grasa o azúcar. Es preferible comer menús ricos en vegetales y frutas que, además de ser más refrescantes, facilitarán la digestión. Por otro lado, cuando el calor aprieta, a veces se tiene menos apetito y es recomendable comer pocas cantidades, pero varias veces al día.

El plato estrella de la cocina veraniega son las ensaladas (aunque su consumo está indicado para todo el año). Gracias a sus propiedades antioxidantes y su alto contenido en agua, los vegetales crudos contribuyen tanto a tu hidratación como al bienestar del sistema inmunitario. Tampoco te olvides de las proteínas. El atún, las sardinas, el salmón, la anchoa y los arenques son algunas de las clases de pescado azul más consumidas en verano.

Por otro lado, si se está al aire libre y el calor aprieta, hay que parar al menos cada hora para beber y pasar un rato a la sombra o en un lugar más fresco. Esta recomendación es válida para todos ya que hacer pausas cada dos horas, simplemente con levantarse o moverse del puesto, consigue regular la temperatura, activar la circulación y estimular las neuronas.

El dress code veraniego

Por mucho calor que haga, si desarrollas tu trabajo en una oficina debes vestir siempre con la ropa adecuada y mantener las formas, aunque el termómetro supere los 35ºC. No se debe acudir con falda o pantalones demasiado cortos, camisetas deportivas sin mangas y, por supuesto, en chanclas.

Aunque pueda parecer lo contario, esto no implica tener que pasar calor. Además de encontrar un aliado en el aire acondicionado, hay tejidos ligeros muy adecuados para esta época del año. Huir de prendas ajustadas y  apostar por colores claros son otros consejos muy efectivos. Además, las gafas de sol y una gorra son los complementos perfectos para salir a la calle.