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¿Utilizas demasiado el ordenador?

Es habitual que a diario utilicemos expresiones del tipo “me paso el día frente al ordenador”. Pero ¿alguna vez has calculado cuánto tiempo a la semana pasas realmente delante de él? Cuando lo hagas te darás cuenta de que son muchas horas prácticamente en la misma postura. Esto conlleva una serie de consecuencias poco beneficiosas para tu salud.

Y no solo las más evidentes como perjudicar la vista o la espalda. El uso del teclado y el ratón durante muchas horas obliga a los músculos a actuar durante largos periodos de tiempo. Este hecho puede provocar otras dolencias, por ejemplo en los brazos.

Y ya que hablamos de salud, ¿tu empresa cuenta con seguro médico? Un seguro médico para empresas es una solución para prevenir el absentismo laboral cubriendo los servicios médicos que precisan sus empleados en el día a día de una empresa y que pueden necesitar a lo largo de su vida.

Más vale prevenir

Cuando estamos tecleando, la mayoría de las personas adoptamos una postura cómoda para realizar esta tarea. Como es probable que a corto plazo no notes ninguna molestia, seguirás trabajando en esa misma postura. Trabajar con el tronco muy flexionado o estirado puede forzar en exceso la columna vertebral, y obliga al resto de músculos a trabajar más.

Con el tiempo, los primeros síntomas comenzarán a aflorar. La espalda empezará a quejarse y será más difícil acabar con esas molestias. En ese caso, deberás acudir con prontitud a tu médico.

Lo ideal es que la nuca esté relajada y estirada y el tronco respete el eje vertical.  Por su parte, los hombros deben estar sueltos mientras que antebrazos y brazos se apoyan sobre la mesa. En cuanto a las extremidades inferiores, las rodillas formarán un ángulo recto y las plantas de los pies se apoyarán por completo en el suelo.

La postura ideal que no te pasará factura

Con el objetivo de no forzar el cuello, la pantalla del ordenador debe situarse frente a los ojos y a unos 50 centímetros de ellos, quedando el centro ligeramente por debajo. Para que los brazos puedan apoyarse correctamente sobre la mesa de trabajo, deben formar un ángulo de 90 grados. El uso de sillas ergonómicas regulables con el respaldo ligeramente inclinado ayuda a prevenir molestias en la zona lumbar. Si es necesario también puede utilizarse un reposapiés.

El equilibrio entre actividad y descanso es indispensable para mantener y favorecer la salud. Hacer pequeñas paradas a lo largo de la jornada resulta imprescindible para recuperarse del esfuerzo realizado. Así evitarás que se acumule la fatiga y aparezca el bloqueo mental.

En estos períodos de descanso será preferible moverse en vez de continuar con una actitud sedentaria. En la medida de lo posible, y dependiendo de cada persona y sus circunstancias, lo recomendable sería hacer estos descansos cada 45 minutos o, como mínimo, cada dos horas. 

Estirar los brazos hacia el techo, entrelazar los dedos, levantar los pies sin despegar las puntas o estirar las piernas son pequeñas acciones que tu espalda y el resto de tu cuerpo  agradecerán tras un período sentado.

Cuando salgas a comer procura bajar por las escaleras o dar un pequeño rodeo para activarte de nuevo. Combinar estas recomendaciones con la práctica regular de ejercicio físico te ayudará a sentirte mejor.

La vista, otra de las afectadas

La salud visual no es ninguna tontería. Una de las consecuencias más evidentes del uso excesivo del ordenador es la sensación de sequedad ocular. Probablemente cada día los notes más secos y cansados. Esto se debe al hecho de que parpadeas menos mientras estás realizando alguna tarea delante del ordenador.

La exposición a la luz azul de las pantallas durante largos períodos de tiempo, la falta de medidas de seguridad en el trabajo y no llevar una adecuada higiene visual son tres de los factores que ponen en riesgo tu visión.

Es el momento de revisar la configuración de la pantalla de tu ordenador. Procura que ni el brillo ni el contraste se encuentren en valores muy elevados, porque forzarían a tu vista a trabajar demasiado.

¿Sufres migrañas?

Las molestias en la visión y el dolor de cabeza están estrechamente relacionados. Un exceso de luz puede ser el primer paso para desarrollar jaquecas y migrañas frecuentes.

Los filtros antirreflectantes son recomendables solo en casos de fuerza mayor. Aunque es cierto que reducen el contraste haciendo que la lectura sea más cómoda, antes de tomar esta medida intenta buscar otras soluciones. Ubicar tu puesto de trabajo en un lugar donde no haya una fuente luminosa ni una ventana que puedan deslumbrarte puede ser una de ellas.

Cuando padecemos dolores de cabeza es difícil prestar plena atención a otras actividades, pudiendo afectar por lo tanto a nuestra productividad. A largo plazo podrían derivar en cansancio, irritabilidad o depresión en caso de convertirse en crónicos.

Actualmente es difícil pensar en una actividad laboral que no requiera del uso del ordenador, pero es importante conocer los riesgos que su uso excesivo entraña para la salud. Corregir las posturas inadecuadas, parpadear a menudo, hacer descansos, alternar tareas y mantener el cuerpo activo son algunas de las sencillas medidas que pueden ayudarte a prevenirlos.