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5 razones para incluir el cheque transporte en tu plan de beneficios

Últimamente el término “salario emocional” está dando mucho que hablar. Si todavía no sabes qué es el salario emocional, te diremos que es el conjunto de las retribuciones no económicas que un trabajador puede obtener de la empresa y cuyo objetivo final es incentivarle, es decir, cualquier tipo de beneficio no monetario que una empresa ofrece a sus trabajadores. Va de la mano de los beneficios sociales, y todo ello con el objetivo de mejorar la situación laboral del trabajador y conseguir que su calidad de vida en el trabajo sea lo mejor posible.

Entre los beneficios sociales más valorados están el seguro médico, el cheque guardería, el anticipo de nómina y el cheque transporte, del que hablaremos a continuación.

La mayoría de personas necesitan utilizar algún medio de transporte para desplazarse a su lugar de trabajo. Aunque estemos tentados a utilizar el coche y creamos que es la única opción, la verdad es que no es así. El transporte público es un sistema integral de medios de transporte de uso generalizado, capaz de dar solución a las necesidades de desplazamientos de las personas y que cuenta además con un montón de ventajas.

Ventajas para la salud

Utilizar transporte público favorece el aumento de actividad física que reduce el riesgo afecciones bronco-pulmonares, alergias, propensión al cáncer, estrés, diabetes tipo 2, obesidad, patologías cardiacas y otros problemas asociados a la falta de ejercicio que indirectamente pueden ser asociados al uso del vehículo privado. Esto se debe a que, a pesar de utilizar un medio de transporte, los desplazamientos de puerta a puerta son andando.

Ventajas para el bienestar

No sólo se beneficia la parte física del organismo sino que además se puede aprovechar el trayecto de ida y vuelta en autobús o metro para escuchar música, leer un buen libro, revisar nuestros perfiles sociales o simplemente dejarnos llevar por los pensamientos, sin tener que estar pendiente del tráfico o del carril bici.

Además, permite conocer mejor la ciudad en la que se reside ya que permite fijarse en detalles que no se perciben desde el automóvil. Sin duda, se trata de un momento de pausa antes y después de acabar la jornada laboral que podemos invertir en desconectar y descansar.

Ventajas para el medio ambiente

Todos somos responsables de vivir en un entorno saludable y el transporte público es la alternativa más ecológica para los desplazamientos que no se puedan hacer en bicicleta o andando, ya que la emisión de gases es mucho menor que la del automóvil.

El autobús, el tren o el metro se presentan como medios de transporte que facilitan el traslado, alejado del estrés que genera el automóvil. Además, de esta manera se disminuye el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. De hecho, fomentar la utilización del transporte público rebajaría las estadísticas del elevado número de muertes relacionadas con el tráfico, la contaminación y, por extensión, con el sedentarismo.

Ventajas para el bolsillo (y para el reloj)

Utilizar el transporte público resulta más barato que el vehículo privado, ya que a los gastos del propio automóvil hay que sumar su mantenimiento, seguro, aparcamiento y combustible.

Por no hablar del tiempo invertido en desplazarse al trabajo: en las grandes ciudades los colapsos son diarios y conlleva la búsqueda de aparcamiento en zonas saturadas. Por contra, con el transporte público, generalmente, llegas a tu destino sin complicaciones y sin estrés.

Ventajas para la empresa

Cada vez hay más empresas que conscientes de ello, ofrecen a sus empleados el cheque transporte, con el objetivo de reducir el coste del trayecto aprovechando las importantes ventajas fiscales por el uso del transporte público, a la vez que la organización no aumenta sus costes.

Esta tarjeta prepago se puede utilizar para la adquisición de títulos de transporte público colectivo de viajeros (autobús, tranvía, tren y metro) válidos en España, de una manera muy sencilla. La exención fiscal de la tarjeta permite al usuario obtener un ahorro económico al utilizar el transporte público.

Para las empresas, este servicio es 100% deducible del Impuesto de Sociedades. Para los empleados queda exento de IRPF hasta un importe máximo de 136,36 € x 11 meses = 1.500 € por trabajador al año (Excepto en el País Vasco).


Cualquier empresa, a partir de un empleado, puede apostar por la implantación de este servicio, sin importe mínimo, logrando un aumento del compromiso de sus trabajadores y de su productividad. Ecología, bienestar, economía y una fiscalidad favorable se unen en un producto con una gran sencillez de gestión.