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Descubre cómo reducir los inconvenientes del cambio de hora fácilmente

Recientemente hablábamos de las ventajas de la flexibilidad horaria en el ámbito laboral. En esta ocasión tocamos otro tema muy relacionado con el horario, que además es de los temas más populares en estas fechas: el cambio de hora del último domingo de octubre. Así, el 29 de octubre habrá que cambiar los relojes para que a las tres de la mañana vuelvan a ser las dos, es decir, el domingo tendrá una hora más.

¿Por qué el cambio de hora?

Con la primera crisis del petróleo acaecida a principios de los años 70, algunos países buscaron la manera de aprovechar mejor la luz solar para consumir menor electricidad. Para ello, decidieron adelantar el reloj una hora. Sin embargo, en nuestro país tendríamos que esperar a 1974 para sumarnos a esta nueva costumbre.

Tras distintas idas y venidas, el Parlamento Europeo propuso 2021 como el último año con cambio de hora, lo que de ningún modo es algo definitivo. Con el horario de invierno amanece una hora antes, pero también anochece una hora antes. El principal motivo según los expertos por el que se regula el horario según los solsticios es, que se aprovecha mejor la luz solar tanto en la jornada laboral como en las clases lectivas.

¿Cambio de hora igual a mayor cansancio?

Se han realizado muchos estudios acerca de los efectos del cambio de hora en las personas pero ninguno ha revelado datos concluyentes. Sin embargo, parece probado que la mayoría de las personas sufren alteraciones en el sueño y manifiestan síntomas como irritabilidad, pérdida de concentración o somnolencia.

El retraso de una hora provoca que anochezca más temprano. El cuerpo empieza a segregar melatonina (la hormona que facilita el sueño) y por tanto se tiene más sueño cuando aún se está activo y la sensación de cansancio se hace más evidente. La falta del sueño y el cansancio durarán hasta que el organismo se regule, que de media suele tardar entre 3 y 5 días.

Actualmente las empresas priorizan el desarrollo de estrategias destinadas a favorecer el bienestar y la felicidad de sus empleados, es lo que se llama salario emocional. ¿Pero qué es el salario emocional? El conjunto de las retribuciones no económicas que el trabajador puede obtener de la empresa y cuyo objetivo final es incentivarle, es decir, cualquier tipo de beneficio no monetario que una empresa ofrece a sus trabajadores como por ejemplo el cheque guardería, el seguro médico o la conciliación laboral, todas ellas soluciones que pueden reducir los efectos del cambio de hora.

Cómo sobrellevar el cambio de hora

Como todo periodo de adaptación, lo mejor es hacerlo paulatinamente así que puedes probar a retrasar la hora de acostarte quince minutos cada día y, por lo tanto, levantarte un poco más tarde. Haciéndolo poco a poco a lo largo de una semana el cambio será casi imperceptible.

Si durante el día estás cansado puede que te tiente la opción de una siesta pero procura no compensar el cansancio de esa manera ya que alterarás más tu reloj interno.

El movimiento activa el cuerpo así que pese a que pueda parecer contradictorio, el ejercicio físico te dará energía para poder llegar en mejores condiciones al final del día. De igual manera, aprovecha para hacerlo al aire libre. A medida que se acerca el invierno habrá menos horas de sol así que es importante que en cuanto tengas oportunidad aproveches sus beneficios.

La importancia del descanso

Mientras que el cambio de horario produce alteraciones en el sueño, la astenia otoñal que va haciendo acto de presencia, afecta a la secreción de melatonina, la hormona que lo induce. Si te cuesta dormir es buen momento para poner en práctica algunos de los hábitos que te ayudan a conciliarlo como:  

  • Llevar una dieta sana y equilibrada.
  • Hacer ejercicio con regularidad tratando de finalizar cada sesión entre 3 y 4 horas antes de ir a dormir.
  • Cenar de forma ligera al menos un par de horas antes de acostarte.
  • Evitar el alcohol y reducir la cafeína procurando no tomar nada a partir del mediodía.
  • Preparar el entorno reservando el dormitorio solo para dormir manteniéndolo a una temperatura adecuada.
  • Establecer rituales que faciliten la transición al sueño como un baño relajante, escuchar música que transmita calma, realizar pequeños estiramientos o leer un libro.
  • Prescindir del uso de pantallas antes de ir a dormir.