Apúntate al verde ¡y disfruta de sus beneficios!

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En la actualidad son numerosos los directivos que reconocen la influencia del diseño de la oficina en la productividad laboral, otorgándole la importancia que se merece. La presencia de plantas aumenta la participación laboral de los empleados, haciendo que se impliquen en su trabajo tanto física, cognitiva y emocionalmente.

Mirando alrededor puede comprobarse cómo en este sentido empresas muy conocidas como Google o Facebook van un paso por delante a la hora de crear entornos laborales cómodos para sus trabajadores.

Además de los espacios abiertos y de recreo, el contacto con la naturaleza es otra de las tendencias en alza en lo que a diseño de oficinas productivas se refiere. ¿Cómo lo han logrado? Incluyendo elementos naturales como plantas que ayudan a refrescar el ambiente y aumentan la sensación de bienestar.

Sintonizar con la naturaleza

Entre trabajar ocho horas en una oficina anodina y gris a hacerlo en un ambiente fresco, luminoso y verde va un abismo, tanto en cuestión de bienestar como de concentración, productividad y rendimiento.

De la misma manera, los trabajadores que desde su puesto de trabajo tienen vistas a elementos naturales como árboles, agua o incluso el mismo campo, presentan niveles superiores de bienestar respecto a los que asomándose a la ventana contemplan entornos más urbanos como edificios, carreteras o molestas obras.

Utilizar grandes cristaleras, plantas o pequeños jardines en los espacios son algunas de las acciones que pueden llevarse a cabo para dar un aire más natural a las oficinas.

La  humedad ambiental

¿Sabes lo que es el Síndrome del Edificio Enfermo? Pues nada menos que el conjunto de molestias y enfermedades originadas o estimuladas por la mala ventilación, la descompensación de temperaturas y las partículas en suspensión (entre otras causas) que producen ciertos síntomas en un 20% de sus ocupantes, sin que sus causas queden perfectamente definidas. 

Algunos de estos síntomas, que suelen desaparecer al abandonar el edificio, suelen confundirse con gripes o resfriados: sequedad de piel y mucosas, dificultad para respirar, fatiga mental, dolor de cabeza, vértigo o irritación de ojos, nariz y garganta, entre otros.

La humedad del ambiente es un factor determinante en la comodidad de los trabajadores. Por lo general, los valores típicos de humedad en la oficina se encuentran en un rango entre 30 y 60%, aunque esto dependerá de la estación climática en la que nos encontremos. Añadiendo plantas se consigue estabilizar ese factor, además de una gran mejora estética.

Aislantes acústicos naturales

El ruido en la oficina tiene una incidencia negativa en los empleados y en la calidad de su trabajo. Las molestias causadas por el ruido en las oficinas abiertas, sin tabiques, en las que conviven los diferentes departamentos,se manifiestan en forma de estrés, dolores de cabeza y migrañas.

Estudios demuestran que la presencia de plantas contribuye a reducir ese molesto ruido ambiental. Esto se debe a que las plantas funcionan como auténticos aislantes acústicos. Esta capacidad de las plantas puede aplicarse no sólo a las oficinas y despachos sino a cualquier espacio, como en las carreteras y autovías donde ayudan a rebajar el ruido en un 50%.

Adiós, estrés

Aunque era habitual reconocer la influencia de las plantas en este sentido, fue la tesis doctoral de Helen Russell de la Universidad de Surrey la que confirmó esta hipótesis. Los datos obtenidos concluyeron que las personas que habían desarrollado la prueba rodeadas de vegetación habían reducido su índice de estrés más rápidamente que el otro grupo.

Traducido en cifras, al introducir plantas en la oficina se consigue una reducción del 37% de la tensión y la ansiedad, la disminución de la fatiga en un 38%, atenuar la hostilidad en un 44% y reducir la aparición de depresión en un 58%.

En su libro “The best place to work”, Ron Friedman afirma que la naturaleza juega un papel muy importante en el arte de diseñar una oficina productiva. Está demostrado que su cercanía mejora la productividad y favorece la concentración. Es más, algunos directivos afirman haber mejorado la eficiencia de sus trabajadores hasta en un 12% gracias a incluir elementos de la naturaleza en el diseño de sus oficinas. ¡Súmate al verde!

5 razones que disminuyen la productividad de tu equipo

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Desarrollar la labor profesional de una forma productiva es altamente beneficioso tanto para el trabajador como para la empresa. Dar lo mejor de sí mismo y comprobar los buenos resultados produce en las personas un sentimiento de orgullo y satisfacción personal. Esta retroalimentaciónse convierte en una poderosa motivación para seguir esforzándose y superándose a sí mismos.

Sin embargo, existen una serie de enemigos que zancadillean los intentos de ser productivos. Conocerlos ayudará a evitarlos y plantarles cara. La desmotivación, la multitarea, el mal uso de las redes sociales, la falta de comunicación y un mal ambiente de trabajo son los principales obstáculos que aparecen en el camino hacia un trabajo productivo.

Cómo hacer frente a la desmotivación

La pérdida de la motivación es uno de los factores que afecta al rendimiento y, por tanto, a la productividad. Cuando se pierde la motivación la apatía nos embarga, se trabaja por inercia y de forma automática.

Los trabajadores que se sienten valorados son capaces de tener nuevas ideas y transmitirlas a sus superiores. Por ello, las grandes empresas se esfuerzan en mantener motivados a sus empleados.

La flexibilidad laboral, invertir en su formación, ofrecer beneficios sociales que faciliten la conciliación laboral, recompensar su esfuerzo y darles la posibilidad de crecer y promocionar son algunas de las claves para su motivación.

La multitarea

Entre los hábitos que diariamente ponen en peligro la concentración, la multitarea es (en la mayoría de los casos) uno de los más perjudiciales. Intentar hacer varias cosas a la vez impide poner el foco en lo que realmente se está haciendo. Centrarnos en llevar a cabo una sola tarea única y exclusivamente conlleva concentración y práctica.

El primer paso para ello es eliminar todas aquellas distracciones mentales que perjudican la concentración. Organizar bien la agenda diaria y respetar las prioridades no pasando a la siguiente tarea sin haber acabado la anterior son otras de las claves para lograrlo.

Tecnología sí, pero…

La evolución de la tecnología en nuestras vidas ha sido increíble. Pero lamentablemente vienen con una cara B muy clara: la dependencia que pueden generar. Nos acostumbramos a estar pendientes de cualquier notificación e interrumpimos nuestro trabajo para atenderla, lo que supone una pérdida de la concentración y el ritmo.

En cuanto a las redes sociales, no se trata de demonizarlas pero son también una gran distracción. En este punto el autocontrol es la clave. Cada persona cuenta con un momento del díaen el que su productividad es mayor. Identificar estos periodos ayudará a tener el móvil aparcado para poder desempeñar la labor profesional sin distracciones, correos, mensajes, llamadas de teléfono o conversaciones con compañeros.

Poca claridad en las tareas a desempeñar

Desconocer la estructura jerárquica de la empresa o no tener claros los roles y las tareas a desempeñar influyen de manera significativa en el rendimiento. Desarrollar una estrategia basada en una buena planificación, en la que se reflejen minuciosamente todos los pasos a seguir, así como las tareas que se asignan a cada miembro, es el camino para llegar con éxito a su objetivo.

Además, la comunicación fluida, abierta y respetuosa entre todo el equipo, independientemente de su rango, facilitará la prevención y resolución de conflictos al igual que la pérdida de tiempo en el desarrollo de tareas que quizá no eran las nuestras.

Un mal ambiente de trabajo

Sumando las horas que pasamos en el trabajo nos damos cuenta de que la oficina es un segundo hogar. ¿Tu oficina es un oasis o un campo de batalla?

El espacio físico, la ergonomía del mobiliario o el ambiente configuran el llamado clima organizacional, uno de los factores que mayor incidencia tiene en la productividad. Por otro lado, los roces con el resto del equipo pueden provocar situaciones realmente incómodas y de estrés que tal vez lleguen a afectar negativamente al desarrollo de la empresa.

Para solventar posibles fricciones es importante no tomárselo como algo personal sino como una consecuencia probable del estrés laboral. Solicitar orientación a RRHH y no perder el foco son algunas de las estrategias más efectivasa las que se puede recurrir.

Ahora que ya conoces los enemigos de la productividad, hay una cosa clara: son factores relativamente fáciles de mejorar. Reúne a tu equipo para reflexionar sobre ello estableciendo una o varias acciones concretas. ¡Los resultados no tardarán en llegar!