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Decálogo para hacer frente al síndrome postvacacional con éxito

Un año más, y después de haber disfrutado de un estupendo periodo de descanso, el síndrome postvacacional vuelve a ser el protagonista indiscutible de la inmensa mayoría de conversaciones. Pese a su nombre, en realidad se trata de un trastorno cuyos síntomas pueden hacer más difícil la vuelta al trabajo. Inseguridad, desmotivación, apatía o falta de concentración son los más habituales.

El Salario Emocional, plataforma digital que une a las empresas que apuestan por el talento con los proveedores que les ayudan a potenciar su estrategia de employer branding, facilita una serie de recomendaciones para reducir sus efectos.

  1. Volver dos días antes. Llegar la noche anterior y aterrizar en el trabajo sin haber desecho las maletas no es lo más recomendable, sobre todo si no se quiere chocar de lleno con la realidad.  Hacerlo de forma progresiva facilita la organización y evita la sensación de agobio.
  2. Recuperar los horarios. Con la vuelta al trabajo es frecuente sentirse más cansado, de ahí la importancia de recuperar los horarios de siempre cuanto antes para así mantener la dinámica habitual.
  3. Tomarse con calma el primer día. Ser previsor y dejar todo bien atado en el trabajo antes de comenzar las vacaciones, es el primer paso para un primer día menos agitado. Saludar a los compañeros y darse un tiempo de reacondicionamiento es vital para hacer frente a la frustración inicial, especialmente cuando cuesta concentrarse.
  4. Mantener una actitud positiva. Quejarse continuamente por haber finalizado las vacaciones no es la mejor manera de hacer frente al síndrome postvacacional. Las actitudes tóxicas no favorecen ni a nivel individual ni a nivel de equipo.
  5. Respetar la pausa del café. Disfrutar del rato del descanso es importante los primeros días, así que nada de comer del ordenador para adelantar trabajo o ponerse al día. Descansar la vista, prevenir los dolores musculares y superar el bloqueo mental son algunos de sus beneficios inmediatos.
  6. Retomar los hábitos saludables. El relax del verano trae consigo la relajación de algunos hábitos, especialmente en el tema de la alimentación. Lo importante es recuperarlos, gestionándolos de forma correcta y sin agobios.
  7. Practicar ejercicio físico. Aunque no sea de forma consciente e intencionada, el verano contribuye a una mayor actividad física. Seguir esa línea e incorporar nuevas rutinas semanales minimizan los efectos del síndrome postvacacional y del sedentarismo.
  8. Dormir suficiente. Enfrentarse a la rutina de nuevo supone un esfuerzo tanto físico como mental y hay que estar preparado para ello. No se consigue excediéndose en el consumo de café y llegando a la oficina sin haber descansado.
  9. Controlar el estrés. Aunque de primeras no resulte muy relevante, invertir un tiempo a la semana en practicar alguna técnica de relajación resultará muy beneficioso para nuestro bienestar. En la actualidad, la meditación es uno de los más valorados.
  10. Establecer nuevas metas. Coincidiendo con el inicio del curso escolar, septiembre es buen momento para fijar nuevos objetivos que ayudan a mantenernos concentrados y motivados.