Nuestra nueva invitada en este espacio de entrevistas enfocadas para hablar sobre el salario emocional es una experta en el mundo de los RRHH con experiencia en la gestión internacional de personas. Una auténtica líder con gran experiencia en sectores como el retail moda, las energía renovable, la industria o cadena de suministro.
Más de dos décadas de conocimiento en diferentes empresas y sectores hacen de Ainhoa una persona con amplios conocimientos sobre las relaciones entre personas dentro de un entorno laboral.
Las personas valoramos mucho las relaciones de confianza, nos nutren
Fenómenos globales como la Gran Dimisión han puesto el acento en la insatisfacción de los trabajadores por las condiciones laborales, yendo más allá del sueldo. En estas circunstancias, el salario emocional se ha convertido en parte troncal para la fidelidad de los empleados. ¿Cuáles son, en tu opinión, las claves para que dicho salario emocional impacte positivamente en los trabajadores?
La clave para que impacte es que surja de un conocimiento real de nuestros equipos, que sepamos qué necesita cada persona y adaptemos las soluciones a ellas en la medida de los posible.
Lo emocional siempre está ligado a sentirnos valorados, apreciados, seguros por lo tanto el café para todos no llega con la misma potencia que el trabajo en detalle.
¿Es el salario emocional una moda o ha venido para quedarse?
Quizá la expresión pueda ser fruto de la moda pero el fondo de la misma, no. Las personas valoramos mucho las relaciones de confianza, nos nutren. Cuando desde el trabajo se generan esas relaciones, este factor impacta fuerte en nuestro compromiso con el proyecto.
En tu empresa, ¿cuáles diría que son los componentes esenciales del salario emocional?
Las relaciones de cercanía y confianza y la apertura a que cada persona aporte nuevas soluciones.
¿Qué recomendarías a una empresa que tiene un porcentaje importante de desafección por parte de sus empleados?
Que trabaje la escucha organizativa y las relaciones uno a uno entre las personas que dirigen equipos y cada persona de su equipo.
Muchas veces, el secreto de la lealtad la tiene el/la jefe/a del equipo. Tendemos a comprometernos con esas personas directamente, más que con el proyecto global.
¿Qué opinas de la pertinencia de adoptar medidas disruptivas, de las que se están hablando mucho en los últimos meses, como la semana laboral de cuatro días?
Que depende de la vida de cada persona, de sus familias, sus hobbies, su especialidad en el trabajo…
Creo que tenemos que pasar de un modelo de marco rígido a uno flexible en el que cada persona se hace su horario, respetando horarios comunes en los que coincidir y trabajar en equipo con los demás.
De esta manera quien necesite condensar la jornada en 4 días, podrá entrar antes y salir más tarde y quien necesite salir antes, podrá hacerlo también.
¿Consideras que los empleados en España son, grosso modo, felices en las empresas en que trabajan?
Creo que tenemos momentos felices, seguro, y que hay ámbito de mejora, siempre.