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La Inteligencia Artificial

La inteligencia artificial (IA) se ha abierto paso en el mundo laboral, aunque su nivel de implantación es todavía bastante bajo, ha probado aportar importantes beneficios gracias a su interrelación con tecnologías avanzadas como la robótica, la impresión en 3D, la realidad aumentada o el Internet de las cosas (IoT).

Aunque no existe una definición acordada a nivel global de IA se puede entender como un sistema informático que tiene capacidad para aprender y trabajar por sí mismo, tomando decisiones basadas en los datos que recibe u obtiene de su entorno. Es decir, se trata de máquinas con la capacidad para realizar tareas que hasta ahora implican la inteligencia humana.

Las empresas involucran la IA en sus procesos para mejorar los niveles de productividad y reducir las cargas de trabajo, la IA brinda, además, soluciones creativas y permite resolver problemas complejos. Uno de los aportes de la inteligencia laboral ha sido la reducción del tiempo y el esfuerzo para realizar diversas tareas.

Un estudio reciente indica que gracias a la incorporación de la IA un trabajador puede realizar en tan solo hora y media lo que hace 40 años le ocupaba toda una jornada laboral.

Una tendencia que crecerá en los próximos años

La presencia de la IA en el mundo laboral todavía es incipiente. Sin embargo, en pocos años se ha venido abriendo camino en una amplia variedad de procesos empresariales. De hecho, ya ocupa un papel fundamental en algunas de las más importantes empresas a nivel global como Apple, Google, Tesla, Facebook, entre otras.

Es una tendencia que va a crecer en los próximos años abarcando diversos sectores de la industria, aunque algunos presagien un futuro aterrador donde las máquinas se apoderarán del mundo. No obstante, la historia nos muestra que esta visión distópica se adapta más a la ciencia ficción que a la propia realidad. Las advertencias de que los adelantos tecnológicos van a causar el fin del mercado laboral no son nuevas.

Un ejemplo de ello ocurrió a principios del siglo XIX cuando ciertos movimiento aseguraban que la automatización de la producción textil iba a acabar con los trabajadores y la industria, incluso en sus protestas trataron de destruir algunas máquinas.

La automatización impulsó la producción de telas e hizo que los costos de producción disminuyeran, por lo que las telas llegaron a nuevos mercados y más clientes, aumentando la demanda y haciendo que este producto fuese más asequible.

De hecho, el paradigma de trabajo cambió, pero ello no significó que las nuevas máquinas sustituyeran a los trabajadores, al contrario: se crearon nuevos puestos de trabajo con mejores ingresos para mano de obra más cualificada.

Impacto social de la IA en el mundo laboral

El mundo laboral ha experimentado grandes cambios en las últimas décadas, el crecimiento del teletrabajo es parte de estos cambios, la introducción de nuevas tecnologías asociadas a la IA ya está generando nuevos cambios que se profundizarán a medio y largo plazo e impactan directamente en el vida de los trabajadores y reconfigurarán el mercado laboral.

La incorporación de la IA en las empresas ofrece importantes beneficios, uno de ellos es la reducción de las cargas de trabajo.

Con sistemas inteligentes realizando de forma eficiente una gran parte de las labores, los trabajadores pueden concentrarse en nuevas tareas. Tomemos como ejemplo un diagnóstico médico, que es una determinación de cómo los datos de un paciente encajan en un patrón característico de una determinada patología. Una máquina con IA puede revisar los registros digitalizados de millones de pacientes y producir un diagnóstico en segundos y las recomendaciones para el tratamiento. Esto facilita el trabajo del médico, que valida el diagnóstico y lo transmite al paciente para que pueda entenderlo y aceptarlo de la mejor forma posible.

Las investigaciones muestran que en diferentes campos disminuirá la carga laboral para el trabajador y se logrará una mayor eficiencia con la conjunción de trabajadores humanos apoyados por máquinas inteligentes. En el mundo laboral las máquinas seguirán haciendo el trabajo informático o computacional, facilitando a los humanos el trabajo y dándoles más tiempo para que puedan cumplir otras funciones que requieran de sus habilidades interpersonales.

Disponer de máquinas con IA que puedan encargarse de tareas rutinarias con un alto nivel de efectividad permite que los trabajadores humanos puedan utilizar mejor sus capacidades y su tiempo en tareas más productivas.