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¿Tienes sitio en casa para teletrabajar?

Más de un tercio de los trabadores no tiene un espacio único e independiente para teletrabajar en casa. Así que, si has podido contestar sí a la pregunta inicial, parece que eres de los que tiene suerte si teletrabaja.

Nadie, mejor dicho, casi nadie, estaba preparado para la llevada repentina y sin avisar del modelo en remoto. En las casas de muchas personas, no había un lugar independiente para trabajar, simplemente porque el concepto de teletrabajo no existía. Por eso, ha sido un elemento tan disruptivo en el mercado laboral, porque ni empresas ni empleados estaban preparados para dar el salto.

Queda un largo camino por recorrer para establecer las bases de convenidos y organizaciones internas de las empresas en materia de teletrabajo. Es un concepto nuevo para muchos, pero no en el mercado laboral, ya que ya desde hace años muchas personas, en diferentes sectores, tenían como lugar de trabajo sus hogares o cualquier otro lugar que ellos eligieran.

Los recursos humanos y la gerencia de la empresa tienen que encargarse de diseñar o actualizar esquemas de trabajo híbridos para llegar a evitar una generalización del concepto de teletrabajo. No se trata de implantar el modelo a todas las personas sin pensar las consecuencias, sino de que cada individuo pueda elegir si prefiere trabajar desde su casa, ir a la oficina o, lo que será más común en los próximos años, combinar ambos escenarios y repartir los días de la semana o las semanas del mes entre el teletrabajo y el modelo presencial tradicional.

¿Sin sitio en casa para el trabajo? Es muy normal

La tipología de los edificios y viviendas en las ciudades ha cambiado desde la pandemia. El encierro durante los confinamientos ha hecho que el sector de la construcción vea que las personas necesitan más espacios abiertos, más terrazas y más metros de casa. Por eso, la gran mayoría de las construcciones de obra nueva que se ven actualmente ofrecen una distribución más amplia, con más habitaciones y terrazas.

La oficina sigue siendo fundamental para la mayoría de los empleados. Que los trabajadores quieran ir a la oficina es bueno para todos. Tanto para la empresa como para las personas pues es evidente que pasar tiempo trabajando desde la oficina es beneficioso para la organización, y se relaciona con una mayor satisfacción laboral, compromiso y rendimiento de los empleados.

El teletrabajo al 100% puede ocasionar desconexiones importantes entre los empleados y sus compañeros. Y también respecto a la empresa, pues no es lo mismo el trato y la afinidad con alguien que ves todos los días en la oficina que a alguien que ves una vez por semana desde una videollamada.

Un lugar de trabajo híbrido eficaz es más que una política de recursos humanos o un problema de diseño de la oficina. Es una cuestión mucho más profunda, que afecta esencialmente a todos los aspectos del trabajo y requiere cambios profundos a nivel de cultura, de digitalización y de procesos de trabajo. La clave para el trabajo híbrido exitoso es una buena gestión: objetivos y resultados claros y demostrables, comunicación activa y retroalimentación constante. Pero, muy probablemente, muchas empresas no estén aún preparadas para ese cambio.

Cómo se presenta el futuro

Claramente, los próximos años serán de vital importancia para saber si el teletrabajo tiene una oportunidad de quedarse entre nosotros o fue solo una solución puntual o un problema.

Si las empresas ven que el rendimiento es bueno en modelos híbridos, el teletrabajo podrá ir ganándose su hueco. Pero para eso, como decíamos antes, se necesita una modificación importante e interna de la manera de trabajar de las empresas.

Se debe apostar por la confianza entre organización y empleado y la autogestión de tiempos y tareas. Solo así, el modelo de teletrabajo se podrá consolidar.

Y, aunque empresas apuesten por el modelo 100% en remoto, la gran mayoría adaptarán sus oficinas al formato híbrido. Serán más amplias y diáfanas, sin grandes hileras de sillas y mesas. Al igual que las oficinas evolucionan, también lo harán los hogares, pues muchas personas ya estén pensando en adaptar su casa a sus nuevos formatos de trabajo. Tener un espacio en casa para trabajar será mucho más común que hace unos años y, por consecuencia, la sociedad se tendrá que ajustar a ese gran cambio.