Cómo gestionar y mantener fuertes a los equipos de trabajo

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Una empresa la forman equipos de trabajo y estos grupos los forman personas. Diferentes personas que necesitan diferentes cosas y que cada una, demandan una cosa.

La persona que dirige esos equipos debe conocer en profundidad a cada uno de los miembros y saber comprender sus necesidades. Ahí radica parte del éxito de ese grupo de trabajo.

Crear una conexión que permita generar una burbuja de confianza dentro del equipo será una gran noticia para el futuro. Aquí la gestión es básica y fundamental y, sobre todo, con las nuevas incorporaciones. Las personas que lleven años en la empresa lo tendrán más fácil, pues la convivencia hace que el trato sea de más confianza, incluso llegando en algunos casos a la amistad verdadera. En cambio, un recién llegado, con los nervios, el estrés de los primeros días y todo lo relacionado con empezar en un lugar de trabajo desconocido y conocer a gente nueva será más difícil alcanzar el nivel de confianza óptimo.

Es tarea de la persona que gestiona a ese grupo de personas que el tiempo en aclimatarse de los nuevos reclutas sea el mínimo, ya que una vez que estén integrados en la dinámica y confianza del grupo, su rendimiento, y por tanto el de todo el equipo, será mejor.

Conociendo a las personas

El puesto de gestión, dirección o administración, como se quiera llamar, requiere dedicar tiempo a conocer a cada miembro del equipo y aprender más sobre sus objetivos profesionales, aspiraciones y metas, personalidad, problemas que pueda tener o cualquier otro aspecto es invertir en la empresa, en su futuro y en el de todos los trabajadores.

El buen líder, cuanto más sepa sobre sus empleados mejor, pues los apoyará en sus momentos débiles y, como resultado, más éxito tendrá todo el equipo de trabajo.

Por eso debe estar al tanto de lo que sucede dentro de su equipo. La información debe fluir, tanto en conversaciones entre las personas como en diferentes indicadores de rendimiento y productividad.

El control del rendimiento le ofrece a la persona que dirige el equipo de producción unos datos de gran valor. La caída o incremento de ese rendimiento, contrastado por los datos, hará que se tomen unas decisiones u otras. Si es una bajada en el nivel productivo del equipo, habrá que investigar el motivo y si viene derivado de algún miembro en concreto o son elementos tecnológicos o de infraestructura los que hacen reducir esos niveles óptimos; si se trata de que un miembro baja la media hay que actuar de manera rápida y eficaz, pues quizá algún problema que no ha comunicado.

Evidentemente, si es al revés y el nivel de productividad se incrementa hay que ver qué beneficios merecen los miembros de equipo.

El reconocimiento como punto fuerte dentro de los equipos

Hilando con el concepto anterior de más rendimiento más recompensa, la estrategia de gestión de personas basada en el reconocimiento puede ser clave también en el éxito del grupo y de la organización en general.

¿Qué mejor manera de impulsar las relaciones con los empleados que reconocer sus méritos? Es un factor clave. Elemento muy importante para generar buena autoestima, confianza, potenciar la competitividad y, por supuesto, sentimiento de pertenencia.

Para gestionar un equipo de trabajo hay que tener en cuenta muchos factores. Pero quizá el más crítico sea la confianza. Hemos hablado de cómo generarla y fortalecerla en los buenos momentos, reconociendo el esfuerzo de las personas y premiando a los que han alcanzado las metas. Pero el vínculo más importante dentro de cualquier relación de confianza es en los momentos difíciles.

Cuando hay un problema dentro del equipo, las cosas pueden descarrilarse con bastante rapidez. Entonces, como gerente, es su trabajo identificar esos problemas y tratarlos rápidamente.

Identificar los potenciales problemas que pueda llegar a tener el quipo y anticiparse es responsabilidad de las personas con más poder y más influencia. No siempre se podrá prever el conflicto, pues hay elementos externos que son inesperados, pero lo que sí está en manos de los gestores es la preparación para esos bruscos cambios que pueden producir un problema mayor.

La formación como pilar fundamental

Un programa de formación y capacitación para los miembros de los diferentes grupos de trabajo es una de las mejores estrategias para mantener a los equipos fuertes y actualizados. Además, las actividades de formación pueden ayudar a los nuevos empleados a integrarse mejor al ritmo de trabajo, por no decir la importancia que tiene para las personas con más tiempo en la organización que su empresa les siga formando y ayudando a ser competitivos en un mercado laboral cada día más exigente. Que el equipo en general sea más eficaz, productivo y esté actualizado a las nuevas tendencias en el proceso es beneficioso para todas las partes.