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¿Temes la llegada de la primavera?  

Después del largo invierno llega la primavera con sus días largos y su tiempo bastante más agradable. Sin embargo, lo que parecía una buena noticia a veces se traduce en un enorme cansancio tanto físico como mental. Nos falta la energía, concentrarnos resuelta un esfuerzo sobrehumano, la apatía hace acto de presencia, nos sentimos desmotivados e irritables, incluso podemos sentir ansiedad. ¿Por qué sucede esto?  

Mito o realidad, con la llegada de la primavera son muchas las personas que padecen síntomas asociados a la astenia primaveral. La astenia viene a ser un trastorno adaptativo como consecuencia de la subida de temperaturas y el cambio horario previsto para el último domingo de marzo. Pese a sus poco apetecibles síntomas, la batalla no está perdida. Es preciso combatirla con ganas poniendo en práctica unos sencillos gestos: lograrás reducir su impacto en menos de lo que piensas. 

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Siempre bien hidratados 

El cambio brusco de temperaturas trae consigo un aumento de la sudoración. El cuerpo necesita recuperar esos líquidos para evitar deshidratarse. Tener una botella de agua a mano mientras desempeñamos nuestra labor profesional sirve de recordatorio. Más vale beber poco frecuentemente que mucho de golpe.   

Por su parte, en esta época es preferible prescindir de los refrescos hipercalóricos, o al menos reducir su consumo si se consumen de forma habitual. 

Horarios regulares 

Con la llegada del buen tiempo y el cambio de hora, los días se hacen más largos. Al salir del trabajo ya no es de noche y apetece regresar dando un paseo o realizar otro tipo de actividad, retrasando incluso la hora de la cena. 

Los cambios en las rutinas diarias suelen generarnos una ligera inestabilidad nada conveniente para minimizar los efectos de la astenia. En la medida de lo posible es preciso mantener una regularidad en los horarios. 

Si nos cuesta conciliar el sueño es buen momento para poner en práctica algunos de los hábitos que lo benefician, tales como reducir la cafeína y el alcohol, preparar el entorno adecuado y prescindir del uso de pantallas.  

Apuntarse a la vida saludable 

La primavera es buen momento para revisar la alimentación y adoptar nuevos hábitos saludables. Las frutas y verduras son indispensables y van a proporcionar las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita en esta época del año. Para ello viene bien saber cuáles son las frutas específicas de esta época. Naranja, fresa, kiwi, piña, pomelo y las primeras nectarinas serán el cóctel perfecto para aumentar nuestras defensas. 

En cuanto a las verduras, coliflor, alcachofa, espárrago verde, guisantes, puerros y lechugas son aquellas que estarán en sus óptimas condicionas en esta época. Saber que están en su punto ayudará a decidirnos con el menú a la hora de comer.  

Si con el transcurso de los días vemos que el cansancio sigue haciendo acto de presencia, quizá necesitemos reforzar las defensas con algún complejo vitamínico. En este caso deberemos visitar al médico, quien valorará nuestras necesidades y nos prescribirá lo más indicado a nuestra situación. Tentarnos por la posibilidad de la automedicación no es buena idea ya que la salud podría verse perjudicada. 

¡A moverse! 

La proximidad del verano trae consigo ganas de cuidarnos y hacer ejercicio físico. Lo ideal sería hacerlo durante todo el año, pero no siempre así. Realizar actividades físicas moderadas contribuye a reducir los niveles de estrés. En principio, esto también contribuye a conciliar el sueño, aunque se dan casos de personas que al practicar ejercicio a última hora del día logrando el efecto contrario.  

Planifica 

En esta época en la que nos encontramos sometidos a bruscos cambios de temperatura y cierta inestabilidad puede darnos la sensación de que no llegamos a todo. No sería de extrañar que la falta de concentración tan característica de la astenia primaveral, hiciera que nos olvidáramos de fechas importantes o tareas pendientes.  

Una buena planificación te puede ahorrar muchos quebraderos de cabeza (y algún que otro disgusto). A modo de prevención, resultará muy útil anotar las  citas o reuniones en cuanto se programen. Esto será aún más relevante si cuentas con plazos de entrega, con lo que será esencial programar avisos con suficiente antelación por lo que pudiera acontecer.