¿Te desmotiva la primavera?  

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Hay épocas en las que por distintas motivos que escapan de nuestro control nos sentimos desanimados y  sin ganas de trabajar. Ante esta situación, lo ideal es concedernos unos minutos para plantearnos y dar respuesta a esas cuestiones necesarias para esclarecer nuestra situación.  

A continuación proponemos diversas ideas que pueden ser de utilidad para volver a recuperar el foco y la ilusión. Prepararse para los vaivenes de la primavera y ser sinceros con nosotros mismos son vías para lograrlo. ¿Se trata de una situación temporal provocada por un factor externo o hay algo más? Averiguar la causa de esa desmotivación, o al menos descartar las que no lo son, también ayudará a ponerle remedio. 

Cuestión de actitud 

Ser positivos es una actitud ante la vida, una manera de enfrentarnos a las distintas situaciones que irán surgiendo en el camino. En el entorno laboral, ser más positivos ayuda a transformar las dificultades en oportunidades, motivándonos para superar los escollos y a la vez salir reforzado de ellos.  

La positividad puede aprenderse. Si no es una habilidad innata en nosotros, se necesitará esfuerzo y constancia para desarrollarla hasta lograr que sea una reacción natural. Sonreír más a menudo y no hacer una montaña de un grano de arena, son dos de los gestos más sencillos para comenzar a practicar la positividad. 

También hay que aceptar que hay cosas que se escapan de nuestro control. Vienen como vienen y hay que enfrentarse a ellas con la mejor de las actitudes.  

El poder de la música 

En la mayoría de los trabajos se puede distinguir entre dos tipos de tareas: las que permiten  estimular la creatividad y las que realizamos de forma automática, aunque igual de necesarias. Una de las maneras más sencillas de combatir esa sensación de rutina es utilizando el poder de la música.  

Su fuerza es tan grande que en apenas tres acordes es capaz de transmitir la energía y la vitalidad que necesitamos en esos momentos. Evidentemente, la selección de temas debe hacerse en base a nuestras necesidades, así que nada de baladas sino temas que reactiven y aporten buenas vibraciones.  

El gran atractivo de los retos 

Independientemente de su envergadura, los retos diarios nos mantienen alerta y motivados. Hacernos sentir que cada pequeño avance cuenta, repercute tanto en la salud emocional como en la autoestima. 

Es preciso actuar, olvidarnos de quedarnos estancados viendo la vida pasar. Tomar la decisión y llevarla a la práctica ya es suficiente para dar ese gran paso. Al cabo del tiempo nos sentiremos de nuevo como siempre y habremos recuperado la motivación perdida 

Por otro lado, es importante también ser realista tanto con las metas como con el tiempo que vamos a dedicarles. A la euforia de tener claros los objetivos y querer conseguirlos rápidamente, puede seguirle la frustración que nos llevará de nuevo a la casilla de salida.  

Nunca es tarde 

Aprender un idioma, tocar un instrumento, apuntarnos a algo que siempre nos ha llamado la atención, avanzar en nuestra afición favorita o hacer un máster, son algunas de las opciones que nos ayudarán a recuperar la motivación y las ganas de hacer cosas, sobre todo si nos sentimos estancados. Busquemos lo que queremos hacer y hagámoslo. Cuando realmente lo encontremos, la motivación viene sola.  

Uno para todos, todos para uno 

 Tanto el hecho de poder apoyarnos en los demás como el sentimiento de pertenencia a un grupo, son consecuencias de fomentar el trabajo en equipo. Una buena comunicación entre compañeros ayuda a un mejor desarrollo de la labor profesional. 

 Además, poder hablar con ellos sobre las preocupaciones laborales es una buena idea puesto que ellos conocen de primera mano nuestra situación. La positividad genera positividad (y lo mismo a la inversa) así que mejor rodearse de gente positiva. 

Darnos un respiro 

Dice mucho de nuestra profesionalidad que busquemos siempre la calidad y la excelencia en nuestro trabajo. Ser exigente con uno mismo es bueno, pero también es necesario alternarlo con momentos de ocio y descanso.  

Si estamos trabajando y notamos que nos bloqueamos, lo ideal es parar unos instantes. Cambiar de escenario dando un paseo, hacer unos estiramientos o tomarnos un café es una buena idea. Si nos encontramos en un proyecto importante para nosotros, es esencial ser conscientes de que cada proceso lleva su tiempo. Las prisas no son buenas, hay que aprender a esperar. Todo requiere tiempo, paciencia y esfuerzo. 

¿Temes la llegada de la primavera?  

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Después del largo invierno llega la primavera con sus días largos y su tiempo bastante más agradable. Sin embargo, lo que parecía una buena noticia a veces se traduce en un enorme cansancio tanto físico como mental. Nos falta la energía, concentrarnos resuelta un esfuerzo sobrehumano, la apatía hace acto de presencia, nos sentimos desmotivados e irritables, incluso podemos sentir ansiedad. ¿Por qué sucede esto?  

Mito o realidad, con la llegada de la primavera son muchas las personas que padecen síntomas asociados a la astenia primaveral. La astenia viene a ser un trastorno adaptativo como consecuencia de la subida de temperaturas y el cambio horario previsto para el último domingo de marzo. Pese a sus poco apetecibles síntomas, la batalla no está perdida. Es preciso combatirla con ganas poniendo en práctica unos sencillos gestos: lograrás reducir su impacto en menos de lo que piensas. 

Un seguro médico para empresas es una solución para prevenir el absentismo laboral cubriendo los servicios médicos que precisan los empleados. Cubre la mayoría de los servicios que pueden surgir en el día a día de una empresa, y que los empleados pueden necesitar a lo largo de su vida.  

Siempre bien hidratados 

El cambio brusco de temperaturas trae consigo un aumento de la sudoración. El cuerpo necesita recuperar esos líquidos para evitar deshidratarse. Tener una botella de agua a mano mientras desempeñamos nuestra labor profesional sirve de recordatorio. Más vale beber poco frecuentemente que mucho de golpe.   

Por su parte, en esta época es preferible prescindir de los refrescos hipercalóricos, o al menos reducir su consumo si se consumen de forma habitual. 

Horarios regulares 

Con la llegada del buen tiempo y el cambio de hora, los días se hacen más largos. Al salir del trabajo ya no es de noche y apetece regresar dando un paseo o realizar otro tipo de actividad, retrasando incluso la hora de la cena. 

Los cambios en las rutinas diarias suelen generarnos una ligera inestabilidad nada conveniente para minimizar los efectos de la astenia. En la medida de lo posible es preciso mantener una regularidad en los horarios. 

Si nos cuesta conciliar el sueño es buen momento para poner en práctica algunos de los hábitos que lo benefician, tales como reducir la cafeína y el alcohol, preparar el entorno adecuado y prescindir del uso de pantallas.  

Apuntarse a la vida saludable 

La primavera es buen momento para revisar la alimentación y adoptar nuevos hábitos saludables. Las frutas y verduras son indispensables y van a proporcionar las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita en esta época del año. Para ello viene bien saber cuáles son las frutas específicas de esta época. Naranja, fresa, kiwi, piña, pomelo y las primeras nectarinas serán el cóctel perfecto para aumentar nuestras defensas. 

En cuanto a las verduras, coliflor, alcachofa, espárrago verde, guisantes, puerros y lechugas son aquellas que estarán en sus óptimas condicionas en esta época. Saber que están en su punto ayudará a decidirnos con el menú a la hora de comer.  

Si con el transcurso de los días vemos que el cansancio sigue haciendo acto de presencia, quizá necesitemos reforzar las defensas con algún complejo vitamínico. En este caso deberemos visitar al médico, quien valorará nuestras necesidades y nos prescribirá lo más indicado a nuestra situación. Tentarnos por la posibilidad de la automedicación no es buena idea ya que la salud podría verse perjudicada. 

¡A moverse! 

La proximidad del verano trae consigo ganas de cuidarnos y hacer ejercicio físico. Lo ideal sería hacerlo durante todo el año, pero no siempre así. Realizar actividades físicas moderadas contribuye a reducir los niveles de estrés. En principio, esto también contribuye a conciliar el sueño, aunque se dan casos de personas que al practicar ejercicio a última hora del día logrando el efecto contrario.  

Planifica 

En esta época en la que nos encontramos sometidos a bruscos cambios de temperatura y cierta inestabilidad puede darnos la sensación de que no llegamos a todo. No sería de extrañar que la falta de concentración tan característica de la astenia primaveral, hiciera que nos olvidáramos de fechas importantes o tareas pendientes.  

Una buena planificación te puede ahorrar muchos quebraderos de cabeza (y algún que otro disgusto). A modo de prevención, resultará muy útil anotar las  citas o reuniones en cuanto se programen. Esto será aún más relevante si cuentas con plazos de entrega, con lo que será esencial programar avisos con suficiente antelación por lo que pudiera acontecer.