¿Aprovechas todo el potencial de tu espacio de teletrabajo? 

teletrabajo

A estas alturas ya somos unos expertos en teletrabajo. Entre las ventajas de trabajar desde casa se encuentra la posibilidad de diseñar tu oficina a tu imagen y semejanza para que resulte un espacio cómodo, fresco e inspirador. Si lo piensas detenidamente, es una manera de cuidarte de ti, no solo a nivel físico sino también psicológico ya que un entorno agradable, creativo y saludable puede inspirarte, animarte cuando más lo necesites y, por lo tanto, mejorar la calidad de tu trabajo. ¿Sabes cómo puedes llevar tu oficina al siguiente nivel?  

Actualmente hemos entrado en la fase 2.0 del teletrabajo, lejos quedan ya esas oficinas improvisadas en casa. Ahora, tres años después, las modalidades de trabajo híbridas son habituales y, según un informe de 2021 de la consultora McKinsey, al 53% de la gente le gustaría trabajar desde casa al menos tres días a la semana. La oficina en casa ha llegado para quedarse, por lo que tiene sentido convertirla en un espacio bien pensado y diseñado. 

La calma, el objetivo de la nueva generación de oficinas en casa 

Cuando The Happiness Research en Copenhague investigó qué hace que la gente esté más satisfecha con su casa, la capacidad de separar trabajo y ocio destacó en la lista de prioridades. Llegaron a la conclusión de que es importante entender cómo los objetos que están a la vista activan nuestra capacidad mental. Por eso, es esencial encontrar formas de separar la vida laboral de la doméstica, y ahí es donde entra en juego un diseño inteligente. 

Los expertos de BoConcept hacen hincapié en la importancia del diseño de espacios que ofrezcan la posibilidad de trabajar en un entorno relajante. No todo el mundo dispone de una habitación separada para utilizarla como oficina, por lo que la idea es crear espacios de doble uso con almacenamiento inteligente que permitan alternar entre el modo de trabajo y el de ocio.  

¿Cuáles son las soluciones de diseño que hay que tener en cuenta a la hora de crear un espacio de trabajo productivo y relajante? Te las contamos. 

Priorizar la organización 

La organización es fundamental para crear la perfecta oficina en casa. Manteniendo tu oficina organizada aumentas tu eficiencia y cosechas los beneficios del estilo. Con esto en mente, necesitarás contar con estanterías, muebles auxiliares o escritorios con soluciones de almacenamiento que puedas ocultar sin problema cuando no estés trabajando. 

100% minimalista 

Los principios del minimalismo danés favorecen la creación de zonas de trabajo tranquilas y despejadas. Las líneas limpias, una paleta de colores neutros y un diseño inteligente, garantizan que los espacios se mantengan estilosos fuera del horario laboral. Decorar con alguna planta te ayudará a resintonizar con la naturaleza, contribuyendo a que te sientas menos estresado. ¿Sabes que la exposición a elementos naturales mientras se trabaja está asociada a un mejor estado de ánimo y una mayor satisfacción laboral? 

Encuentra la silla perfecta 

La silla de trabajo es una inversión esencial que debe reunir comodidad, ergonomía y estilo. Asegúrate de que tu silla de oficina esté a una altura cómoda y sea ergonómica para las largas jornadas de trabajo en casa. Las bases giratorias proporcionan flexibilidad y los asientos tapizados implican comodidad. Si no cuidas este aspecto te arriesgas a que haga su aparición un terrible dolor de espalda

Optimizar la funcionalidad y la flexibilidad 

En un panorama postpandémico, el deseo de optimizar los espacios domésticos y dotar de flexibilidad a los entornos cotidianos sigue creciendo. La versatilidad y la multifuncionalidad son claves para optimizar los espacios, independientemente de su tamaño. Igualmente, merece la pena invertir en piezas multifuncionales que sean versátiles. La gente ya no quiere espacios estáticos y orientados al trabajo. 

Práctico pero estético 

La creación de un espacio de trabajo con estilo propio aumentará el bienestar y la productividad. Cuando estés diseñando tu nueva oficina en casa deberás valorar tanto los aspectos que te ayudarán a que sea bonita como los que contribuirán a que sea funcional.  

Una oficina acogedora 

Incorpora formas orgánicas, colores relajantes y toques acogedores para lograr una oficina casa en la que te apetezca trabajar. Como decíamos más arriba, las plantas siempre son un complemento relajante en un espacio de trabajo, y una alfombra debajo del escritorio añade comodidad y textura.  

Por último, piensa en los materiales de los muebles: metal y madera es la combinación perfecta para crear una acogedora zona de trabajo. Dependiendo del tamaño de tu espacio, puedes considerar incluir un sofá o un sillón para los momentos que no requieran que estés sentado en tu escritorio, o para descansar. 

Estas son las claves para llegar al viernes con motivación y energía 

trabajo viernes

Tras recargar pilas sábado y domingo, nos enfrentamos a una nueva semana con energía y motivación. Pero según avanzan los días puede pasar que nos encontramos más cansados y desmotivados. El estrés, las preocupaciones y el exigente día a día van acumulándose haciendo de la semana un reto difícil de superar. Muchas pueden ser las causas y los remedios para combatirlas.  

Muchas de estas causas  están vinculadas a la salud, con lo que un seguro médico para empresas es una solución para prevenir el absentismo laboral cubriendo los servicios médicos que precisan los empleados. Cubre la mayoría de los servicios que pueden surgir en el día a día de una empresa, y que los empleados pueden necesitar a lo largo de su vida. 

Una buena planificación 

Ya sea por falta de planificación o por tener que solucionar imprevistos sobre la marcha, dejar los temas importantes para el final no suele ser buena idea (especialmente si se busca el éxito). De la misma manera, está muy bien afrontar la semana con energía y queriendo aprovechar al máximo, pero hay que ser realistas: las horas en el papel no cunden lo mismo que en la realidad.  

Apoyarnos en una buena planificación ayudará a gestionar el tiempo y reducir el estrés, de cara a ir dosificando fuerzas y llegar al fin de semana más tranquilos y con los “deberes” hechos.  

El miércoles es buen día para comprobar si la planificación realizada está siendo de utilidad o sólo quedó en el papel. Hacer los ajustes necesarios resultará de gran utilidad en este punto.  

Priorizar el descanso 

Aquellas personas que desearían que el día fuera más largo, suelen estar tentadas a robar horas al sueño para aprovechar más. Puede hacerse un día, o incluso dos, pero no cabe ninguna duda de que al final de la semana dormir poco no será rentable. El nivel de concentración y el rendimiento laboral disminuirán, lo que probablemente se traducirá en una mayor inversión de tiempo para realizar ciertas tareas. 

Esto conllevará a su vez cierta frustración nada aconsejable, así como la seguridad de que el fin de semana habrá que descansar y recuperar sueño en vez de poder hacer actividades más divertidas que ayuden a desconectar. 

Comer de todo 

Entre los hábitos saludables que te proporcionan energía se encuentra llevar una alimentación variada y completa. Si la dieta es inadecuada, ante cualquier situación de nervios o dificultad se producirá un descenso de las defensas. Por el contrario, si es equilibrada y completa, el organismo se sentirá fuerte y en forma. 

Empezar el día con un desayuno completo es una gran costumbre. Este debe aportar proteínas, carbohidratos, fibra, vitaminas y minerales. Como ejemplo de opción equilibrada proponemos el desayuno compuesto por productos lácteos, cereales (o productos elaborados con ellos) y fruta.  

A más actividad, más energía 

Cuando hacemos ejercicio mejora la circulación de la sangre, y por tanto aumenta la función inmunitaria, incrementa el nivel de atención, contribuye a reducir el estrés y libera endorfinas. Lo ideal sería dedicar al menos 20 minutos diarios a realizar alguna actividad física especialmente por la mañana, tal como han demostrado algunos estudios.  

En la medida en que te sea posible, hay que aprovechar también los beneficios de pasear al aire libre. La exposición a los rayos solares aumenta los niveles de serotonina, la hormona que regula el estado de ánimo. Además el sol contribuye a sintetizar la vitamina D, una aliada contra la debilidad, la fatiga y el dolor de cabeza. 

Sacar tiempo a diario 

Aunque esperemos el fin de semana como agua de mayo, entre semana también hay tiempo que podemos aprovechar para hacer lo que nos gusta. Así llegaremos más relajados y sin tanta ansiedad al viernes. Estar en contacto con otras personas es importante para mantenernos sanos y llenos de energía. Charlar con los compañeros, reírnos más a menudo, relativizar y tomarnos las cosas con humor ayuda a sentirnos mejor, a la vez que dosificamos energías.  

Poner en práctica estas sencillas recomendaciones ayudará a evitar la sensación de ir acumulando cansancio y llegar al viernes en otras condiciones.  

¿Tu oficina es un oasis o un campo de batalla? 

trabajo en oficina

Una oficina es un espacio compartido donde resulta imprescindible tener en cuenta ciertas reglas para favorecer la cordialidad, asegurando así una convivencia sana con el resto de compañeros. Además, disfrutar de un buen ambiente laboral ayuda a sentirnos más cómodos y motivados, repercutiendo positivamente en la empresa. 

La comunicación es indispensable en cualquier tipo de convivencia. Ante algo que nos moleste, lo recomendable es comentarlo en privado con el compañero en cuestión sin fomentar las críticas y los corrillos. Por otro lado, siempre y cuando el trabajo lo permita, es bueno colaborar con los compañeros. Participar en las actividades que nos propongan demuestra interés por el bien común y ayuda a relajar tensiones compartiendo tareas. Sigue leyendo para descubrir otros gestos que harán de la oficina un oasis empresarial. 

Cordialidad ante todo 

Dar los buenos días, dejar salir antes de entrar o ceder el paso son las normas de urbanidad básicas que deberían ponerse en práctica en cualquier espacio de trabajo, incluso en momentos de tensión o preocupación laboral. 

Y si se hace con una sonrisa, mejor que mejor. Las personas que sonríen de forma  natural tienen más facilidad para conectar con los demás creando una sensación de bienestar y buenas vibraciones. Aunque no siempre se tengan motivos para ello, intentar esbozar una sonrisa en determinados momentos da muy buenos resultados. 

Por otro lado, si durante el fin de semana se comparte tiempo de ocio con algún compañero, hay que aprender a separar ambas parcelas de la vida. 

Ser respetuosos 

El partido del sábado, las próximas elecciones o nuestra opinión personal sobre un tema espinoso de actualidad son conversaciones poco recomendables en el entorno laboral, especialmente para personas muy apasionadas. Por lo general no conducen a nada y suelen generar crispación en el ambiente. Mejor evitarlas si no quieres que la oficina se convierta en un campo de batalla.  

De igual modo, es importante respetar el espacio de los demás. Por muy a gusto que estemos, nos encontramos en una oficina, no en nuestra casa. Es comprensible que después de comer adoptemos una postura algo más relajada, pero situar las manos detrás de la cabeza, recostarnos sobre la mesa o colocar los pies encima son algunas de las posturas que perjudican la salud y causan bastante mala impresión. 

Vigilar el volumen  

Trabajar con música puede mejorar la productividad, siempre y cuando no perjudique al resto del equipo. Por otro lado, si necesitamos hablar con un compañero que se encuentra a cierta distancia, nos olvidaremos de gritar de una mesa a otra ya que puede desconcentrar y resultar molesto al resto de la plantilla. De igual modo, si se debe mantener una conversación personal por teléfono será preciso modular el volumen.  

Asimismo, los ruidos constantes con el bolígrafo, el pie, tararear o silbar canciones pueden resultar algo molestos y ser motivo de tensión. Siguiendo esa línea, masticar chicle, tomar un café o un tentempié a media mañana puede ser una buena manera de espabilar, o un terrible suplicio para los que te rodean.  

No somos islas 

Incluso si vamos a mil por hora y tenemos muchas cosas en la cabeza, es bueno recordar que en el trabajo estamos rodeado de personas en circunstancias muy similares a las nuestras. 

Preguntarles por la evolución de dolor de cabeza, felicitarles por su cumpleaños o abrirles la puerta cuando van cargados de expedientes, son formas muy sencillas de contribuir al buen ambiente laboral.  

Por otro lado, aunque a veces sea inevitable oír alguna conversación ajena, respetar la privacidad de los demás es imprescindible. Es normal que dentro del grupo de trabajo establezcamos relaciones de confianza con algunos compañeros, pero recuerda no resultar entrometido ni intervenir en los asuntos personales (salvo que específicamente te pidan consejo). 

Buenas vibraciones 

Las personas que ríen son más productivas. Una cultura corporativa basada en el humor y la felicidad en el trabajo no solo retiene a los trabajadores con talento sino que aumenta su compromiso. También es buen momento para recordar que no todos tenemos el mismo sentido del humor y a veces puede resultar difícil encontrar el término medio entre ser gracioso y resultar cargante. 

Cuando estés trabajando ¡no te dejes la espalda! 

dolor de espalda

Es realmente encomiable que te esfuerces al máximo cada día, sacando lo mejor de ti y de tu equipo. Esto no quiere decir que te dejes la espalda en tu camino hacia el éxito. ¿Sabías que muchas  molestias musculares tienen su origen en el entorno laboral? 

Y sí, el llamado trabajo de oficina también puede derivar en dolor de espalda si no se tiene cuidado. El estrés, las malas posturas, la repetición de tareas durante un tiempo prolongado o el sedentarismo son algunos de ellos.  

Empezando por el principio 

Aprender a sentarnos y caminar correctamente son dos gestos básicos para mejorar nuestro bienestar. Adoptar una postura erguida al andar, puede resultar un tanto forzado al principio si no estamos acostumbrados, pero a la larga contribuye a preservar tanto la salud de la espalda como la del resto del cuerpo.  

En cuanto a la forma de sentarnos, es cierto que se suelen achacar las molestias musculares a la cantidad de horas que permanecemos en la silla. Es evidente que el sedentarismo no beneficia a la columna, pero también lo es que podríamos adoptar una postura más correcta.  Además de prevenir el dolor de espalda, este buen hábito nos ayudaría a evitar contracturas en hombros, brazos y cuello, reducir el nivel de fatiga, alteraciones en la visión y las migrañas. 

Trabajar con el tronco muy flexionado o estirado puede forzar en exceso la columna vertebral obligando a todos los músculos a trabajar más. 

Pensando en términos de ergonomía 

Estar sentado muchas horas seguidas no solo pasa factura a la espalda. Otras zonas como el cuello, los hombros, las manos y las muñecas también pueden verse afectadas. El uso de sillas ergonómicas regulables con el respaldo ligeramente inclinado ayuda a prevenir molestias en la zona lumbar. Si es necesario también puede utilizarse un reposapiés.  

Al sentarse, lo ideal es que el tronco respete el eje vertical y la nuca esté relajada y estirada. Por su parte, los hombros deben estar relajados mientras que antebrazos y brazos se apoyan sobre la mesa. En cuanto a las extremidades inferiores, las rodillas formarán un ángulo recto y las plantas de los pies se apoyarán por completo en el suelo.  

Muchas de las incorrecciones en la postura tienen que ver con el uso del ordenador. El uso del teclado durante muchas horas obliga a los músculos a actuar durante largos periodos de tiempo. Este hecho puede provocar otras dolencias, por ejemplo en los brazos.  

¿Sabías que la pantalla del ordenador debe situarse frente a los ojos y a unos 50 centímetros de ellos? Así, el cuello no se resentirá mientras estemos trabajando. 

Para que los brazos puedan apoyarse correctamente sobre la mesa de trabajo, deben formar un ángulo de 90 grados. Trabajar dos centímetros por encima o por debajo hará que se fuerce más el brazo, por tanto se necesitará ajustar la altura tanto de la silla como de la mesa.  

Trabajar sí, descansar también 

Mucho tiempo sentado en una misma postura conlleva una actividad que puede forzar las estructuras musculares. Este es el principal motivo por el que es tan importante activarlas cada cierto tiempo para que así puedan seguir manteniendo su capacidad funcional. 

El equilibrio entre actividad y descanso es indispensable para mantener y favorecer la salud. Hacer pequeñas paradas resulta imprescindible para recuperarse del esfuerzo realizado. Así evitarás que se acumule la fatiga y aparezca el tan temido bloqueo mental

En estos períodos de descanso será preferible moverse en vez de continuar con una actitud sedentaria. En la medida de lo posible, y dependiendo de cada persona y sus circunstancias, lo recomendable sería hacer estos descansos cada 45 minutos o, como mínimo, cada dos horas.   

Realizar pequeños estiramientos 

Hacer ejercicio físico en la oficina mejora tu productividad. Con el mero hecho de realizar pequeños (y discretos) estiramientos estarás facilitando el bombeo de sangre, produciendo un efecto beneficioso en tu salud. 

Estirar los brazos hacia el techo, entrelazar los dedos, levantar los pies sin despegar las puntas o estirar las piernas son pequeñas acciones que tu espalda y el resto de tu cuerpo agradecerán tras un período sentado.  

Además, cuando salgas a comer procura bajar por las escaleras o dar un pequeño rodeo para activarte de nuevo. Combinar estas recomendaciones con la práctica regular de ejercicio físico te ayudará a sentirte mejor.  

Y recuerda que en caso de sufrir ya estas molestias lo mejor es que acudas al médico. Una de las claves del correspondiente tratamiento y tu recuperación será encontrar el origen de las mismas. En cualquier caso, más vale prevenir que curar. 

Embarazada en la oficina ¡qué aventura! 

embarazada

¡Enhorabuena! Tu vida ha empezado a cambiar y poco a poco deberás ir adaptándote a tu nuevo estado, especialmente si eres primeriza. Una de las cuestiones que seguramente te preocupen sean las relativas al entorno laboral. Y es que, durante las primeras semanas, estar embarazada en la oficina puede ser toda una aventura.  

Si bien hay entornos laborales que pueden presentar riesgos para el bebé, la oficina suele estar libre de ellos. En cualquier caso, si tu trabajo conlleva manipular productos tóxicos que puedan ser inhalados, será necesario evaluar la situación y poner medidas. 

Y, aunque todavía es pronto para pensar en ello, te adelantamos que el llamado cheque guardería es el mayor beneficio social que las empresas pueden ofrecer a los padres y madres trabajadores con hijos en el primer ciclo de educación infantil (de 0 a 3 años). ¡Tenlo en cuenta para cuando llegue el momento! 

Aliviar los síntomas más frecuentes 

Las náuseas son uno de los síntomas más comunes y molestos del embarazo, y pueden resultar agotadoras. En caso de que vayan acompañadas de vómitos, deberás reponer líquidos bebiendo pequeños sorbos de agua con frecuencia. Si aun así fueran insoportables tu médico podría recetarte un medicamento específico para controlarlas. 

Asimismo, puedes notar una ligera mejoría tomando el aire, concentrándote en la respiración y en la postura, y comiendo poco y a menudo ya que tener bajos los niveles de azúcar en la sangre puede complicarlas.  

Otro de los síntomas inevitables del embarazo que va a repercutir en tu vida laboral es la fatiga, especialmente después de comer donde te acompañará una sensación de somnolencia frente al ordenador. Para reducir los efectos es recomendable mantenerte hidratada, tomar hierro, realizar alguna actividad física moderada, evitar el estrés y descansar y dormir todo lo posible.  

Ropa formal ¡y cómoda! 

Por lo general, la futura mamá intenta aguantar lo máximo posible con su ropa pero cuando empieces a sentirte incómoda habrá llegado el momento de hacer una visita a las tiendas. Lo más importante es ir adaptando tu vestuario a cada fase del embarazo.  

En cuanto al calzado, la retención de líquidos es uno de los principales problemas del embarazo. Los pies tienden a hincharse y hacerte ver las estrellas al final del día. Durante la jornada laboral vas a estar muchas horas sin poder descalzarte, así que elige unos zapatos cerrados que te resulten cómodos. Lo ideal es que te sujeten bien el pie pero sin apretar. Un tacón ancho máximo de 3 centímetros te dará la seguridad y estabilidad que necesitas.  

Cuidar la postura para prevenir molestias 

Lo conveniente es que al sentarte lo hagas de forma correcta, bien erguida en una silla cómoda, con las piernas ligeramente separadas (nunca cruzadas) y a ser posible con los pies en alto. Hacer rotaciones de cabeza estirando los hombros y la parte alta de la columna es un buen ejercicio para desentumecer los músculos. 

Si pasas mucho tiempo sentada conviene que te levantes y camines un poco aproximadamente cada hora. En  caso contrario, lo recomendable es que te sientes y eleves los pies para reducir la hinchazón de pies y tobillos. 

¿Qué comer a diario? 

Llevar una dieta saludable es realmente importante durante el embarazo. Tu cuerpo requiere una ayuda extra para enfrentarse a sus necesidades adicionales y suministrar a tu bebé los nutrientes esenciales para su desarrollo.  

Tomar alimentos ricos en proteínas (pescado, legumbres, queso y frutos secos) es necesario para asegurar el crecimiento saludable de las estructuras corporales. Por su parte, los productos lácteos y los carbohidratos no refinados mantienen los niveles de energía y aseguran el suministro de fibra. La verdura variada y la fruta fresca te aportan una buena cantidad de vitaminas y minerales esenciales, muchos de los cuales contienen importantes antioxidantes protectores. 

En la actualidad las futuras mamás son conscientes de que muchos de sus hábitos van a repercutir en la salud de su bebé a corto y largo plazo, por ello es imprescindible cuidarse no sólo en casa sino también en la oficina. Ante cualquier duda consulta con tu ginecólogo o matrona.  

¿El invierno se ceba con tu piel? 

invierno

Si tu respuesta es sí ¡no nos extraña nada! Con las temperaturas polares que estamos teniendo es normal que el frío haga mella en tu piel, sobre todo aquella que no sueles llevar cubierta como la del rostro. Además, el aire, el sol, los cambios de temperatura o la calefacción son otros de los elementos que pueden dañarla.  

Protección e hidratación, no solo en verano 

Estamos muy concienciados de los peligros del sol y tomamos las precauciones necesarias en los meses de verano para evitar sus consecuencias negativas. ¿Por qué bajamos la guardia en invierno? Quizá el sol no sea tan intenso pero la es precisamente en esta estación cuando la piel necesita cuidados extra. Al volverse más seca pueden aparecer rojeces, cierta tirantez o incluso pequeñas grietas.  

Una de las causas de mayor sufrimiento de la piel son los cambios bruscos de temperatura. El trayecto de casa al trabajo suele pasar por distintas fases: calle, transporte, de nuevo calle y finalmente oficina. De esta manera, la piel apenas tiene tiempo para adecuarse del frío del exterior al calor de los ambientes cerrados.  

Aunque hidratarnos el cuerpo debe ser una costumbre, lo cierto es que las prisas del día a día pueden hacer que no siempre lo sigamos a rajatabla. La hidratación debe centrarse especialmente en cara, cuello, escote y manos. Por otra parte, la hidratación desde dentro resulta igual de importante y beneficiosa para la piel. Una alimentación equilibrada y beber dos litros de agua al día también influye en su buen aspecto.  

Productos específicos para zonas concretas 

Cuando hablamos de piel solemos pensar únicamente en la del rostro, pero las manos son también una parte muy sensible que se encuentra continuamente expuesta. El uso de guantes en los meses de invierno y aplicar una buena crema hidratante tantas veces como sea necesario, suelen ser los dos hábitos más efectivos para su cuidado. 

En cuanto a los labios, un producto específico que actúe como barrera protectora ayudará a evitar su sequedad y la consecuente aparición de las incómodas pielecitas.  

Al igual que sucede con la piel de otras zonas, los cambios de temperatura contribuyen a la deshidratación del pelo, pudiendo sufrir una descamación del cuero cabelludo.  El uso de mascarillas nutritivas como complemento de su lavado contrarrestará este efecto. 

La piel también sufre en interiores 

A pesar de que cada trabajo cuenta con sus peculiaridades, la mayoría de las oficinas comparten una serie de características con gran repercusión sobre nuestra piel. El aire acondicionado, la calefacción o la sequedad del ambiente son algunas de ellas. 

No es lo mismo trabajar al aire libre que en una oficina con poca ventilación. En los espacios cerrados la piel se encuentra expuesta a la polución derivada del aire acondicionado y la calefacción, lo que disminuye a su vez la humedad del ambiente. Al acumular más toxinas la piel pierde uniformidad, elasticidad y luminosidad. 

Para compensar esa pérdida de humedad es recomendable el uso de humidificadores. Por su parte, las fuentes de calor directas traen consigo alteraciones en algunos tipos de piel que pueden ser irreversibles por lo que conviene evitarlas. 

Si se trabaja manipulando archivos o papeles, el polvo será uno de los grandes enemigos. Además del que puede encontrarse en cualquier despacho, la acumulación de papel es el caldo de cultivo perfecto para los ácaros. Trabajar con guantes de algodón reducirá el riesgo de picor y otras molestias derivadas de la exposición continua al polvo.  

Antes de dormir 

Después de un día intenso, es indispensable una buena limpieza del rostro para eliminar las impurezas. Lavarte la cara con agua tibia para evitar la vasodilatación y un tratamiento en profundidad realizado con un suave masaje ayudará a restablecer la frescura de la piel. En cuanto al resto del cuerpo, cuidarlo después de la ducha con una crema hidratante compensará los efectos de la calefacción y demás factores.  

Mantener nuestra piel sana no es cosa de un día. A los tradicionales hábitos saludables se suman ahora los específicos para la piel, como son protegerla de las inclemencias del tiempo y los factores ambientales, lavarla y desmaquillarla a diario y usar un tratamiento específico adecuado a la edad y demás circunstancias.  

La importancia de tomarse un descanso a la hora de comer 

comer trabajando

Hay días en los que parece que las tareas se duplican y la mañana no tiene las horas suficientes para acabarlo todo. Por eso, con la mejor intención del mundo, decides que vas a comer cualquier cosa delante del ordenador. Ten por seguro que ni va a ser tan productivo como cabía esperar ni tan saludable

Aparcar tus preocupaciones durante ese rato te ayudará a gestionar el estrés diario. Para aprovecharlo al máximo, es conveniente que antes de salir de la oficina dejes planificados tus objetivos de la tarde. Teniéndolo todo organizado tu cerebro te concederá una tregua.  

Sigue leyendo y descubre a continuación las buenas y variadas razones por las que todos los trabajadores deberían comer fuera de la oficina con mayor frecuencia. También descubrirás la solución perfecta para hacerlo posible. Te damos cuatro pistas. La solución, al final del artículo. 

  • Permite la conciliación de la vida familiar y laboral. 
  • Aumenta la motivación de los empleados. 
  • Atrae y fideliza el talento. 
  • Es un sistema seguro, transparente y conforme con la legislación fiscal vigente. 

Cambiar de escenario 

Por muy concentrado y muy a gusto que te encuentres en tu espacio de trabajo, la hora de comer es la idónea para hacer ese descanso que te permitirá reponer fuerzas (tanto física como mentalmente) y tomar el aire.  

Cambiar las cuatro paredes de siempre por un entorno neutral te ayudará a desconectar y ver las cosas con otra perspectiva.  Esto es especialmente importante en el caso de que te hubieras quedado estancado en alguna tarea. Si además tienes suerte y la temperatura exterior es agradable lograrás esa deseada sensación de bienestar que terminará proyectándose de manera positiva en tu trabajo.  

Una dieta variada y saludable 

Aun sabiendo la importancia de llevar una alimentación completa y equilibrada, por lo general encontramos una buena excusa para no hacerlo. Comiendo fuera de casa te aseguras una dieta variada con ingredientes que seguramente haga tiempo que no pruebas. Al elegir el menú recuerda estos consejos saludables. 

  • Toma diariamente frutas, hortalizas, verduras, patatas, pan y cereales. 
  • Comelegumbres al menos dos veces a la semana. 
  • Convierte el aceite de oliva en la principal grasa (saludable) de tu dieta.  
  • Aficiónate a los productos lácteos ya sea leche, yogures o quesos bajos en grasa. 
  • En cuanto a la carne prioriza la carne magra (sin mucha grasa) sobre las carnes grasas (rojas, embutidos).   
  • Bebe al día unos dos litros de agua y evita el alcohol. No abuses de la sal. 
  • Modera el consumo de dulces, así como de alimentos procesados y comida rápida. 

Tus piernas, las gran beneficiadas 

La mayoría de los trabajos actuales fomentan el sedentarismo. Permanecer mucho tiempo sentado en una misma postura implica un exceso de actividad que puede llegar a forzar las estructuras musculares. Lo recomendable y necesario es activarlas para que mantengan su capacidad funcional.  

Y qué mejor forma de hacerlo que dando un paseo hacia el restaurante, lo suficiente para desentumecer las extremidades y reactivar la circulación. Bajar por las escaleras es otro de los sencillos gestos que puedes poner en práctica.  

Estrechar lazos con los compañeros 

La mayoría de las personas aprovechan la hora de la comida para comer con sus compañeros. Aunque a veces se hable de algún tema puntual del trabajo, por lo general es una buena ocasión para establecer lazos de confianza y formar equipo. 

Al igual que hay días en los que te apetece interactuar con el resto de la plantilla, hay otros en los que quieres es estar en silencio con tus pensamientos. El tiempo de descanso y disfrutar del silencio son dos fórmulas clave que potencian la productividad, la creatividad y mejoran la memoria.  

La exposición a un silencio prolongado puede ayudar a nuestro cerebro a producir nuevas células en el hipocampo, la región del cerebro relacionada con la memoria. Imagina lo que el silencio puede hacer por tu creatividad y tu capacidad para concebir nuevas ideas. 

En este sentido, Up Cheque Gourmet es uno de los beneficios sociales más valorados por los empleados. También es uno de los más extendidos al suponer una importante ventaja económica para las empresas y los empleados.  

Para las empresas, este servicio es 100% deducible del Impuesto de Sociedades. Para los empleados queda exento de IRPF hasta 11€ por día laborable, lo que supone un ahorro anual de unos 600€. Este beneficio social puede implantarlo cualquier empresa, a partir de un empleado, sin importe mínimo, logrando un aumento del compromiso de sus trabajadores y de su productividad. 

¿Por qué no sabemos escuchar? 

saber escuchar

La empatía es una habilidad que se puede entrenar. En ocasiones requiere estar en presencia del dolor de otra persona con lo que, al igual que sucede al sentirlo nosotros mismos, tendemos a “anestesiar” sus emociones en vez de escuchar sin más. Actuar así parece la vía fácil, pero pasa factura: nos desconecta. La buena noticia es que la empatía no es una cualidad rígida, no es una cuestión de ‘se tiene o no se tiene’, es una capacidad que se puede entrenar a través de la práctica. 

Cuando escuchamos con empatía, en vez de limitarnos a oír datos o analizar información, damos un paso más allá. Esto nos ayuda a descubrirnos tanto a nosotros mismos como a quien tenemos delante. Es lo que llamamos conexión.  

El lenguaje no verbal puede llegar a expresar más que las propias palabras. El interlocutor se sentirá más cómodo si se le escucha con una ligera sonrisa y le respondemos con un tono amable. Mientras que mantener el contacto visual es la mejor manera de demostrar que se está prestando atención, asentir con la cabeza de vez en cuando corroborará nuestra implicación.  

¿Oír es escuchar? 

Dos términos que pueden parecer sinónimos pero que sin embargo no lo son. Algunas personas no distinguen entre oír y escuchar y, aunque desde el punto de vista gramatical no supone un gran error, desde una perspectiva más social es importante saber diferenciarlos. 

La gran diferencia entre ambos es la intencionalidad que se presupone en una de ellas. Oír es algo que sucede independientemente de nuestra voluntad. Por ejemplo, ¿cuántas veces nos disculpamos por oír una conversación sin querer? Sin embargo, escuchar es un proceso voluntario y con una clara intencionalidad. Escuchamos para averiguar una información, conocer a otra persona o ayudar a un familiar o amigo. 

Por otro  lado, no es lo mismo escuchar que aparentar que escuchamos. Escuchar requiere tiempo y paciencia. Demostrar a nuestro interlocutor que le hemos entendido y nos ponemos en su lugar es una habilidad al alcance de todos. La práctica de las siguientes pautas ayudará a lograrlo. 

5 pasos para entrenar la empatía y aprender a escuchar

Ixi Ávila, coach de Inteligencia Emocional, desvela las claves para conseguirlo. Como cualquier otro aprendizaje lleva su tiempo, con lo que no te agobies ni te frustres si tardas en ver resultados. 

  • Escucha activamente buscando entender. Hazlo sin interrupciones. Ponte en la perspectiva de la persona que se está expresando. Empatizar no es aconsejar, educar, interrogar, comparar, solucionar o tener las palabras perfectas. Empatizar es escuchar. 
  • Elimina cualquier tipo de juicio. Recuerda que empatizar no es evaluar lo que la persona te está contando, sino escuchar sin poner un valor a lo que esa persona está viviendo. 
  • Reconoce las emociones y sensaciones de esa persona en tu propia experiencia. Es más fácil empatizar con algo con lo que te identificas. Sin embargo, también puedes ser capaz de empatizar con situaciones ajenas a ti y a lo que has vivido hasta la fecha. Quizás tú no actuarías de la misma manera en la misma circunstancia o no te sentirías triste por las misma razones, pero sí que puedes conectar con tu propia tristeza para entender su sentir. 
  • Da espacio y permiso para que la persona se exprese y pueda sentir todas las emociones, incluso las más incómodas. Practica simplemente acompañar y da lugar para sentir. 
  • Pregunta en vez de predecir. ¿Cómo te puedo apoyar en este momento? ¿Qué necesitas?

Practicando la escucha activa 

Para escuchar activamente, es indispensable tener la voluntad de querer hacerlo, preferiblemente sin sentirnos obligados. De esta manera nuestra reacción será más natural y creará una mejor interacción con el interlocutor. Para ello, lo más importante es poner los cinco sentidos en la conversación que se está manteniendo. Por supuesto, el esfuerzo debe ser bidireccional. 

Las distracciones suelen venir de la mano de la falta de motivación. Es cierto que, aun queriendo hacerlo, en ocasiones resulta complicado (de hecho, algunos estudios afirman que el riesgo de distracción aumenta a partir de los 45 minutos). Una buena manera de salir del apuro siendo respetuosos con el interlocutor es distinguir lo importante de lo secundario y poder utilizarlo para expresar nuestra opinión o dar consejo.  

En especial, es necesario evitar ese tipo de distracciones que hacen desconectar de la conversación en el momento más importante, justamente cuando la otra persona espera nuestra respuesta.   

Atención a las interrupciones 

Pocas cosas resultan tan incómodas en una conversación como que no nos dejen hablar. De la misma manera, y aun conociendo en profundidad el tema principal, es preciso tener presente que se trata de un diálogo y no de una ponencia o monólogo.  

Respetar los turnos de palabra, no interrumpir el mensaje y esperar a que la otra persona dé por concluida su intervención son las claves para aprender a escuchar. Es frecuente que nos encontremos en la situación de adivinar lo que nos van a decir. Adelantarse no es malo (y crea cierta complicidad) siempre y cuando no se interrumpa de forma constante. 

Hacer preguntas abiertas y relacionadas con el tema de la conversación es una forma muy efectiva de manifestar interés. Así, además de poder expresarse más abiertamente, podremos conocer otros datos relevantes. Crear un ambiente de confianza jugará a favor de ambas partes. 

Finalizar la conversación 

Saber escuchar implica respetar a la otra persona y no dar finalizado el diálogo hasta que esto no suceda de forma natural o por su propia iniciativa. Evidentemente no todas las conversaciones resultan igual de estimulantes, pero es imprescindible ponerse en el lugar de la otra persona. Busca el lado positivo e intenta llevar el diálogo a tu terreno.  

Saber escuchar es una de las claves para lograr que la comunicación sea efectiva. Ser capaz de prestar atención y ponernos en el lugar de otra persona ayuda a relacionarnos mejor. Conecta con los demás y conectarán contigo. 

Ten siempre presente quién es el protagonista de la conversación. Aprende a desarrollar la empatía para entender a los demás y sus necesidades ya que no todas las personas expresan sus sentimientos con la misma facilidad. En este caso no se trata de mejorar la escucha activa sino de simplemente escuchar en silencio para conectar con ellos. 

Niños bien atendidos, empleados tranquilos y más concentrados 

salario emocional

En la actualidad, los trabajadores de las empresas no solo se centran en el salario económico, que debe resultarles satisfactorio, sino que buscan y valoran que el interés de la empresa vaya más allá. El salario emocional incide directamente en el rendimiento de los profesionales y, por tanto, en la competitividad de la compañía. 

Este término relativamente moderno, podría definirse como el conjunto de beneficios no económicos que hacen que la plantilla de una empresa se sienta satisfecha, ya que facilitan el día a día a la par que aumentan y mejoran su sensación de bienestar y calidad de vida, permitiendo que cada uno de sus miembros se desarrolle positivamente tanto a nivel profesional como personal.  

Aunque existen diferentes medidas para mejorar el bienestar del empleado, como ofrecer ayuda ante posibles contratiempos laborales, fomentar el acceso a recursos enfocados a la salud emocional o realizar actividades en equipo que ayuden a liberar tensiones y contribuyan al buen ambiente laboral, aquellas que aportan medidas para el cuidado de los niños son ampliamente celebradas por los empleados con familia. ¿Quieres saber más? 

Facilitar el acceso a la educación infantil 

Compaginar el cuidado de los niños de 0 a 3 años con los horarios laborales puede llegar a ser realmente estresante para los padres y madres de la plantilla. Este hecho terminará pasando factura también a su rol profesional, a nivel individual y a nivel de empresa. Por eso, es conveniente apoyar las personas con niños de esas edades. ¿Cómo hacerlo? A través de un servicio de guardería, bien en la propia empresa bien en un centro de educación infantil. 

El primer supuesto es perfecto para empresas grandes con muchos trabajadores en la misma situación. Consiste en preparar y adaptar un lugar concreto y adecuado para los más pequeños, donde personal especializado podría encargarse de su cuidado mientras sus padres trabajan. Esto supone un ahorro de tiempo para los progenitores que evitan desplazamientos innecesarios, mejor calidad de vida para sus hijos, y una reducción importante del estrés para todos. Un empleado con la tranquilidad de que su hijo está bien atendido, da lo mejor de sí en su trabajo. 

La segunda opción consiste en ayudar económicamente a las familias para que sus hijos puedan acudir sin problema a la escuela infantil de su elección. Y es que las empresas evolucionan y se implican en la mejora del bienestar del trabajador en aquellas responsabilidades que van más allá del trabajo, lo que facilita su sentimiento de pertenencia hacia la organización. El llamado cheque guardería es buen ejemplo de ello. ¿Sabías que se trata del mayor beneficio social que las empresas pueden ofrecer a los padres y madres trabajadores con hijos en el primer ciclo de educación infantil (de 0 a 3 años)? 

Cómo elegir la escuela infantil 

Una vez resuelto el tema anterior, solo habría que elegir la escuela infantil más adecuada para los niños. La cercanía al domicilio o al trabajo, la flexibilidad de horarios y la formación del personal son algunos de los requisitos a tener en cuenta. Te ofrecemos algunas de las ideas que te servirán de orientación. 

  • Asegurarse que cumplen con un control de accesos exhaustivo tanto para entrar como para salir. Seguridad ante todo. 
  • El centro debe cumplir unas medidas de seguridad básicas: buena ventilación, luz natural, limpieza en todas las zonas, mecanismos de bloqueo de puertas, enchufes protegidos y suelos de goma. Todos los aportes extra serán una garantía a tener en cuenta.   
  • Conocer la metodología de trabajo es vital para cerciorarse de que ayuda a potenciar las capacidades de los niños y desarrolla su interés por descubrir y experimentar por sí mismos. 
  • Durante el proceso de elección de escuela infantil es indispensable acudir al menos una vez al centro, bien pidiendo cita con la dirección bien asistiendo a las jornadas de puertas abiertas que muchos ofrecen.  
  • La comunicación entre centro y familia va a ser fundamental para que los niños disfruten de esta época tan importante de sus vidas. 
  • Conocer los horarios a los que se realizan las distintas actividades en la escuela infantil va a ser muy importante para coordinarlos con los de casa, lo que facilitará su adaptación.  

Internet sí, pero siempre segura 

internet segura

El 7 de febrero de 2023 se celebra en todo el mundo el Día de Internet Segura o Safer Internet Day (SID), este año bajo el lema ‘Juntos por una Internet mejor’. Esta iniciativa, promovida por la red INSAFE/INHOPE de Centros de Seguridad en Internet en Europa, se lleva a cabo cada mes de febrero para promover el uso seguro y positivo de la tecnología, prestando especial atención a los más jóvenes. Personas de todo el mundo se unen para inspirar cambios positivos en línea, crear conciencia sobre los problemas de seguridad y participar en eventos y actividades. 

Las tecnologías digitales abren un mundo de posibilidades. Sin embargo, un mayor uso de Internet también significa una mayor exposición a los riesgos en línea. Las preocupaciones relacionadas con el delito cibernético, la privacidad, el discurso de odio, la desinformación, el acoso y la exposición a contenido dañino, entre otros, han aumentado considerablemente en los últimos tiempos. 

Como usuarios de Internet debemos plantearnos cómo aprovechar al máximo las oportunidades que nos brinda el entorno digital y mitigar a su vez sus efectos negativos. 

Seguridad al día 

El entorno laboral está cada día más digitalizado, con lo que hay que ser conscientes de los riesgos a los que se expone cada miembro de la empresa. Se utiliza la tecnología constantemente pero en muchos casos sin ser plenamente conscientes de los riesgos a los que están expuestos individualmente y, por extensión, el resto de la empresa. Por ello, es importante tener actualizado el sistema operativo así como el resto de programas, navegadores, aplicaciones u otras herramientas. 

En caso de trabajar desde casa, es preciso contar con un antivirus eficaz, así como revisar la configuración del router wifi del domicilio para garantizar que todas las medidas básicas de seguridad están establecidas. Instalar una Red Privada Virtual (VPN) para crear una conexión privada entre el dispositivo y el servidor de la empresa, y crear una cuenta de usuario diferente en el dispositivo para separar espacio de trabajo personal del profesional son gestos sencillos pero tremendamente eficaces a la hora de navegar seguros. 

Para proteger la información, habrá que realizar periódicamente copias de seguridad y cifrar el disco duro, los directorios, carpetas o ficheros con información más crítica y confidencial. 

Minimizando riesgos 

Hoy en día prácticamente todas las empresas cuentan con una página web. Las empresas consideran que disponer de un sitio bien estructurado, con un diseño atractivo y bien posicionado en buscadores, es importante para llegar a los clientes pero, en ocasiones, no se tiene en cuenta un parámetro tan importante como es la seguridad. 

Por ello, en el primer lugar de la pirámide deberíamos colocar la seguridad, ya que no debemos olvidar que trabajamos con información sensible que puede ser sustraída y provocar graves consecuencias, tanto económicas, como concernientes a la reputación de la empresa y los clientes.  

Si el sitio web no transmite confianza influye en la percepción que tienen los usuarios de esa compañía. Además, podría incluso llegar a acarrear un impacto económico para la empresa con supuestos como reducción de ventas, imagen negativa, incidentes de seguridad, multas por incumplimiento de la ley, etc. 

Privacidad y protección de datos 

Todos  tenemos claro por qué es importante cuidar la privacidad y la protección de datos. En el caso de los autónomos y las pequeñas y medianas empresas, cumplir con la legislación actual en materia de privacidad y protección de datos es un plus para mejorar las cifras de su negocio. 

Por el contrario, no cumplir con la normativa, así como la dejadez y negligencia a la hora de proteger la información de los clientes y usuarios, puede suponer un riesgo innecesario, que puede provocar desde la imposición de multas por parte de las autoridades competentes hasta la pérdida de confianza y credibilidad por parte de los clientes y usuarios. 

En caso de filtración o robo de la información almacenada en un negocio, esta puede ser usada para la comisión de otros fraudes por parte de los delincuentes. Por ello, es importante aplicar medidas y políticas de seguridad para su protección. 

 En conclusión, cualquier día es bueno para concienciarse de la importancia de la ciberseguridad. Aplicar el sentido común, aceptar la responsabilidad y activar una mirada crítica es fundamental para evitar poner en peligro nuestro equipo informático o acabar siendo víctimas de fraudes o engaños.