Embarazada en la oficina ¡qué aventura! 

embarazada

¡Enhorabuena! Tu vida ha empezado a cambiar y poco a poco deberás ir adaptándote a tu nuevo estado, especialmente si eres primeriza. Una de las cuestiones que seguramente te preocupen sean las relativas al entorno laboral. Y es que, durante las primeras semanas, estar embarazada en la oficina puede ser toda una aventura.  

Si bien hay entornos laborales que pueden presentar riesgos para el bebé, la oficina suele estar libre de ellos. En cualquier caso, si tu trabajo conlleva manipular productos tóxicos que puedan ser inhalados, será necesario evaluar la situación y poner medidas. 

Y, aunque todavía es pronto para pensar en ello, te adelantamos que el llamado cheque guardería es el mayor beneficio social que las empresas pueden ofrecer a los padres y madres trabajadores con hijos en el primer ciclo de educación infantil (de 0 a 3 años). ¡Tenlo en cuenta para cuando llegue el momento! 

Aliviar los síntomas más frecuentes 

Las náuseas son uno de los síntomas más comunes y molestos del embarazo, y pueden resultar agotadoras. En caso de que vayan acompañadas de vómitos, deberás reponer líquidos bebiendo pequeños sorbos de agua con frecuencia. Si aun así fueran insoportables tu médico podría recetarte un medicamento específico para controlarlas. 

Asimismo, puedes notar una ligera mejoría tomando el aire, concentrándote en la respiración y en la postura, y comiendo poco y a menudo ya que tener bajos los niveles de azúcar en la sangre puede complicarlas.  

Otro de los síntomas inevitables del embarazo que va a repercutir en tu vida laboral es la fatiga, especialmente después de comer donde te acompañará una sensación de somnolencia frente al ordenador. Para reducir los efectos es recomendable mantenerte hidratada, tomar hierro, realizar alguna actividad física moderada, evitar el estrés y descansar y dormir todo lo posible.  

Ropa formal ¡y cómoda! 

Por lo general, la futura mamá intenta aguantar lo máximo posible con su ropa pero cuando empieces a sentirte incómoda habrá llegado el momento de hacer una visita a las tiendas. Lo más importante es ir adaptando tu vestuario a cada fase del embarazo.  

En cuanto al calzado, la retención de líquidos es uno de los principales problemas del embarazo. Los pies tienden a hincharse y hacerte ver las estrellas al final del día. Durante la jornada laboral vas a estar muchas horas sin poder descalzarte, así que elige unos zapatos cerrados que te resulten cómodos. Lo ideal es que te sujeten bien el pie pero sin apretar. Un tacón ancho máximo de 3 centímetros te dará la seguridad y estabilidad que necesitas.  

Cuidar la postura para prevenir molestias 

Lo conveniente es que al sentarte lo hagas de forma correcta, bien erguida en una silla cómoda, con las piernas ligeramente separadas (nunca cruzadas) y a ser posible con los pies en alto. Hacer rotaciones de cabeza estirando los hombros y la parte alta de la columna es un buen ejercicio para desentumecer los músculos. 

Si pasas mucho tiempo sentada conviene que te levantes y camines un poco aproximadamente cada hora. En  caso contrario, lo recomendable es que te sientes y eleves los pies para reducir la hinchazón de pies y tobillos. 

¿Qué comer a diario? 

Llevar una dieta saludable es realmente importante durante el embarazo. Tu cuerpo requiere una ayuda extra para enfrentarse a sus necesidades adicionales y suministrar a tu bebé los nutrientes esenciales para su desarrollo.  

Tomar alimentos ricos en proteínas (pescado, legumbres, queso y frutos secos) es necesario para asegurar el crecimiento saludable de las estructuras corporales. Por su parte, los productos lácteos y los carbohidratos no refinados mantienen los niveles de energía y aseguran el suministro de fibra. La verdura variada y la fruta fresca te aportan una buena cantidad de vitaminas y minerales esenciales, muchos de los cuales contienen importantes antioxidantes protectores. 

En la actualidad las futuras mamás son conscientes de que muchos de sus hábitos van a repercutir en la salud de su bebé a corto y largo plazo, por ello es imprescindible cuidarse no sólo en casa sino también en la oficina. Ante cualquier duda consulta con tu ginecólogo o matrona.