Decálogo para mantener en forma el cerebro 

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¿Sabías que hasta el 16 % de la población española puede padecer alguna enfermedad neurológica? Si bien es cierto que la genética juega un papel muy importante en el desarrollo del párkinson, el alzhéimer o la epilepsia, el estilo de vida también influye en la salud del cerebro, lo que significa que tenemos que hay que apostar por hábitos saludables si queremos que se mantenga en forma con el paso de los años. 

Entrenar el cerebro supone un reto diario y constante en el que se debe abandonar la zona de confort. Los expertos recomiendan una serie de prácticas que llevadas a cabo de forma habitual ayudan a mantener nuestra mente a combatir el paso de los años. A continuación te contamos las diez acciones ideales para poner en práctica hoy mismo, y así mantenerlo joven y bien despierto.  

Aficionarte a la lectura 

¿Eres un lector voraz? Enhorabuena, ¡ya tienes mucho ganado! Y es que leer es una de las maneras más sencillas y asequibles de estimular la mente. ¿Te has dado cuenta de todo el tiempo que inviertes en los medios de transporte? Aprovecha cualquier momento para avanzar en la lectura de una novela que te apetezca, una biografía de alguien que te interese o incluso un libro acerca de una afición o tema relacionado con tu trabajo. Amplía tu conocimiento y nunca dejes de aprender. 

Imaginación al poder 

La lectura es una buena manera de desarrollar la imaginación. Otra forma de estimularla es observando a las personas desconocidas con las que te cruzas a diario. Pon a prueba tu intuición y desarrolla una historia sobre cada una. También puedes hacerlo con alguien e intercambiar impresiones.  

¿Rutinas? Sí, pero 

Algo tan automático como cepillarte los dientes puede ser un modo ingenioso de engrasar los circuitos de la atención, según explica la teoría desarrollada por el neurólogo Lawrence Katz en su obra La mente despierta. Lo novedoso no es la tarea en sí, sino llevarla a cabo de una manera distinta, es decir, con la mano que no utilizas habitualmente. Esto ayuda a construir una nueva conexión neuronal beneficiosa para el cerebro. 

Aprendizaje continuo 

Aprender un idioma, mejorar las técnicas de cocina, aprender a bailar, recibir clases de pintura, apuntarte a alfarería, hacer punto, tocar un instrumento… Aunque distintos en apariencia, todas estas aficiones comparten procesos mentales como la percepción, la memoria y el razonamiento. Recuerda que la constancia y la motivación son fundamentales para el aprendizaje. 

Ojo con los motores de búsqueda 

La existencia de los motores de búsqueda influye en los hábitos de memoria. Este efecto se describe como la tendencia a no recordar los datos que confiamos que podemos recuperar o consultar inmediatamente. El hecho de poder consultar en Internet una información y encontrar respuesta inmediata es maravilloso. Pero es necesario plantear hasta qué punto debilita nuestros recursos mentales.  

Cambiar el trayecto 

Seguramente estés cansado de recorrer todos los días el mismo camino. Pero ¿serías capaz de recordar todos los establecimientos por los que pasas? Hacer siempre la misma ruta termina por ser algo automático a lo que no prestamos atención. En vez de observar la calle y a las personas solemos ir ensimismados en nuestros pensamientos. Cambiar de recorrido a menudo te ayudará a estar más atento a todos los estímulos visuales y auditivos que la calle te ofrece. 

Llevar una vida activa 

Es evidente que el deporte  ayuda a mantenerte en forma y sentirte bien, pero no sólo es beneficioso en ese sentido. A nivel cognitivo el ejercicio físico regular (al menos unos 30 minutos diarios varias veces a la semana) puede contribuir a protegerte de enfermedades neurodegenerativas que conllevan un deterioro mental como el alzhéimer. 

El cerebro también necesita descansar 

Tu cerebro es capaz de estar concentrado al máximo entre 90 y 120 minutos. Una vez alcanzado ese tiempo será necesario hacer un alto en la jornada laboral a fin de que siga resultando productiva. Cambiar de actividad, estirar las piernas o tomarte un té son algunas de las maneras de ayudar al cerebro a descansar.  

Por su parte, dormir  las horas necesarias es indispensable para una vida sana. Si te cuesta conciliar el sueño, piensa en cambiar de hábitos antes de ir a dormir. Ventilar la habitación vigilando la temperatura, prescindir de la cafeína y decir adiós a las pantallas son algunos de los que puedes poner en práctica. 

De una en una 

Está demostrado que con la multitarea, el cerebro se ve obligado a repartir la atención con lo que disminuye su rendimiento, creando además una situación de estrés. Haz una lista de tareas pendientes ordenadas por prioridad y no pases a la siguiente hasta no haber concluido la anterior. 

¿Necesitas ideas? 

Desarrolla el potencial de tu cerebro con pequeños retos diarios que te ayudarán a mantenerte activo mentalmente y superarte cada día. Algunos de ellos podrían ser memorizar matrículas, leer una lista de palabras e intentar recordar las máximas posibles, colocar varios objetos en la mesa y averiguar cuál nos han quitado, recordar qué comiste ayer, pensar qué tiempo hacía una semana, jugar al ajedrez, ver películas en versión original o hacer puzles.