Uno de los hitos del mes de junio es la famosa declaración de la renta, que puede generarte cierto estrés como todas las cuestiones relativas a las finanzas personales. Es más, en ocasiones recibimos y nos dejamos guiar por consejos sobre la mejor forma de gestionar nuestras finanzas que de entrada pueden sonar bien, pero que si se analizan en profundidad terminan siendo no tan buenas ideas. Desde Vivid nos revelan cinco conceptos erróneos, extendidos popularmente, que deben evitarse si se desea poner en orden las finanzas.
Separar a final de mes una cantidad para ahorrar
Apartar el dinero que nos sobra al acabar el mes debería ser buena idea, ¿no? Lo cierto es que realmente no lo es. Lo ideal es hacerlo al principio del mes, justo tras recibir el salario, y en una cuenta aparte. De este modo nos aseguramos de separar siempre una cantidad fija, sin tener que depender de lo que pueda sobrarnos o no a final de mes, y, además, conseguiremos no gastarlo al no tener un acceso tan directo a él. Si nos sobra un poco de dinero al final del mes, nos podremos sentir con la libertad de darnos algún capricho sin remordimientos.
Invertir en lo que nos apasiona
Muchas veces se opta por destinar un dinero mensual a las inversiones y se puede pensar que no hay nada mejor que invertirlo todo en un sector que apasione, una industria que se conozca y de cuyas noticias se esté al día. Sin embargo, una de las palabras más importantes cuando se comienza a invertir es “diversificación”, ya que no es recomendable invertir todo en un solo sector o empresa. Eso solo nos expondrá a la volatilidad de una única industria y nos volverá dependientes de su buen o mal rendimiento. En lugar de eso, se recomienda repartir las inversiones en varios sectores y tipos de producto para protegernos mejor de las fluctuaciones del mercado.
Vender cuando lo hagan los demás
En determinados momentos los mercados pueden tener una tendencia a la baja. Ante este escenario, quienes invierten a menudo siguen sus instintos de aversión a las pérdidas, pensando que corren el riesgo de perder más dinero si no venden. Sin embargo, a menudo la caída en el valor de los activos es temporal y si se vende en el momento en el que los mercados están cayendo, casi con total seguridad se perderá dinero. Para quienes invierten a largo plazo, con un horizonte de unos 20 o 30 años, es menos probable que las sacudidas del mercado, como por ejemplo el derrumbe bursátil del 2008, afecten al rendimiento a largo plazo de su cartera, frente a alguien que vende con pérdidas durante las caídas del mercado.
Tener el dinero en casa o en el banco es lo más seguro
Existen personas que son reacias a invertir, y es más, que cada mes retiran su salario de su cuenta bancaria y prefieren guardarlo en casa. Como cabe sospechar, no es la manera más inteligente de gestionar las finanzas. El argumento principal se resume en una palabra: inflación. Si guardamos el dinero sin ponerlo a rendir, va perdiendo valor con el tiempo. Si guardáramos todo nuestro dinero en una caja fuerte, desde 2010 su volumen habría caído casi un 25%, ya que esa es la inflación en la eurozona desde entonces. Una de las vías para combatir la inflación es invertir en los mercados, ya que si bien esto no garantiza el éxito, es un riesgo que se debe valorar de cerca.
Comprar es mejor que alquilar
Pagar un alquiler es tirar el dinero a la basura. Seguramente hemos oído estas palabras cientos de veces. Pero comprar una vivienda también tiene un coste, y es muy superior a lo que cabe pensar de entrada. Cuando se compra una casa, se pagan muchos más impuestos, por no hablar de los intereses que se deben abonar a la entidad que hace la hipoteca. Además, se tiene que pagar también el mantenimiento y las reparaciones de la propiedad. Por lo tanto, sí, tener una vivienda en propiedad ofrece una amplia gama de beneficios económicos, pero alquilar proporciona otras ventajas y, para muchas personas, es la elección idónea.